Por Renata Correa
Cuando hablamos de Alta Costura a nuestra mente pueden venir imágenes de piezas de lujo, telas inmaculadas y construcciones en perfecto estado, nada de esto puede estar más lejos de la última colección del artista interdisciplinario Ernest Artillo.
créditos: Ernesto Artillo instagram
En el marco de la semana de la moda madrileña el diseñador presentó su colección ‘Ilegal’ la cual fue denominada “la colección de alta costura más cara de españa” su colección fue hecha a partir de ropa encontrada en las costas de Armería.
Cuando Ernesto se mudo a las costas del cabo de gratas, comenzó a notar la cantidad de prendas abandonadas que encontraba cada vez que salía a dar un paseo por la playa, comenzó a recogerlas con el objetivo de limpiar las playas, con el paso del tiempo entendió de donde venias estas prendas “abandonadas”.
créditos: Ernesto Artillo instagram
El cabo de Gratas es conocido por ser uno de los lugares por donde entran los migrantes a España, estas prendas que Ernesto iba recolectando, no eran más que prendas dejadas por quienes entraban al país por el mar.
Así como él mismo explica “desde que resido en Cabo de Gata he ido recogiendo esas prendas como una forma de entender el contexto en el que habito, no solo como un paraíso, sino también como lugar de acogida de peregrinaciones infernales. Recoger la ropa de los y las inmigrantes es una forma de seguir sus pasos literalmente, de reflexionar sobre la realidad que tengo frente a mí y de reconocer que, viviendo aquí, la inmigración forma parte de mi cotidianidad tanto como el paisaje. No podía mirar hacia otro lado”.
Algunas de estas prendas tienen hasta 14 años de antigüedad y para poder reutilizarse han tenido que pasar por un proceso de lavado a mano, desparasitación y restauración.
La colección busca mostrar a través de sus prendas, las vivencias de los migrantes, así como también lo difícil que es para ellas y ellos entrar y permanecer en el país, pero también busca ser una crítica al impacto que tiene la industria textil en el medio ambiente. Muchas de estas prendas están confeccionadas con imitaciones de marcas como Gucci, Prada, Balenciaga y Diesel que salieron del fast fashion europeo y terminan comercializandose en países de áfrica a precios accesibles.
créditos: Ernesto Artillo instagram
La colección generó una controversia a los espectadores, desde quienes piensan que su mensaje es poderoso y necesario hasta quienes piensan que el artista se “adueñó” de una historia que no le corresponde y lo consideran una falta de respeto a la población migrante y su sufrimiento.
Por su parte el diseñador acotó que no buscó hacer de esta colección un tema de activismo,sino de reflexión. Además el 50% de las ganancias que correspondan a la venta de estas prendas estarán destinadas a ACCEM, una asociación que trabaja con familias desalojadas en los asentamientos de Almería.