Por: Victoria Preste

Llevando a la moda hacia los tonos grises, beiges, negros y blancos, pocas estampas y ausencia de accesorios (o que sean lo más discretos posible), surge el recession core, tendencia que se presenta en 2023 contrastando con el dopamine dressing, el “bebé” de una post pandemia, en donde en las prendas dominaban los brillos y colores vivos que gritaban “me voy de fiesta” (aunque fueras solo a comprar pan).

Colección de Otoño de 2023 de la marca de lujo VTMNTS. Fotos: VTMNTS | Reproducido: Vogue Runway

Ahora, en pasarelas y alfombras, se ve algo distinto. Vemos cómo esta tendencia ha afectado a las marcas de lujo de varias maneras. Por ejemplo, algunas marcas de moda de lujo han optado por diseñar colecciones más minimalistas, con menos estampados y diseños más atemporales. Además, se ha notado la ausencia de accesorios en los famosos. Este fenómeno se da porque en tiempos de recesión económica (pronosticado por los economistas para el 2023), muchas empresas de moda se ven obligadas a reducir costos y ajustar sus operaciones para sobrevivir.

Daisy Edgar Jones vestida para los Golden Globes 2023


«Esto nos hace entender cómo la moda refleja el contexto social, político y económico en el que nos encontramos, y trata de adecuarse a las necesidades del entorno.»

Ante esta situación, las marcas de lujo son conscientes de que lucir con extravagancia no sienta bien. Por eso, proponen nuevos diseños que puedan lucir accesibles o “vestibles” para todos y en toda ocasión.

Lucas Bravo vistiendo Patrick Bateman en Paris Fashion Week

Sabemos que en una recesión económica tendemos a comprar menos y solamente lo necesario, debido al aumento de la inflación. Sin embargo, podemos aprovechar las oportunidades para ser más sostenibles que surgen gracias a este momento, y a esta tendencia. Vestir de manera sostenible puede ser una excelente opción para ahorrar dinero a largo plazo y reducir nuestra huella de carbono.

La clave es adoptar una nueva mentalidad en donde prioricemos la simplicidad y la calidad en nuestras compras. En lugar de una búsqueda por prendas ornamentales o accesorios que están en tendencias, podemos buscar productos de alta calidad, duraderos y atemporales.

Givenchy, colección de primavera 2023

También es posible tomar otras iniciativas para aprovechar al máximo esta tendencia y ser sostenible. Una de ellas es comprar ropa de segunda mano. Es una alternativa económica y ecológica que reduce la cantidad de ropa nueva que se produce y evita que las prendas usadas terminen en los vertederos. Además, puede encontrarse ropa de buena calidad y con estilo en una tienda de segunda mano.

Otra opción es invertir en prendas de alta calidad y básicos que duren mucho tiempo. A menudo, las prendas más baratas se producen con materiales de baja calidad y se desgastan rápidamente, lo que significa que tienes que reemplazarlas con más frecuencia. Sin embargo, elegir básicos de buena calidad nos garantizarán una posibilidad de diversas combinaciones por mucho tiempo. Y, siendo sinceros, nunca pasarán de moda.

También podemos considerar comprar ropa de marcas que sean sostenibles y éticas. Las marcas que se centran en la sostenibilidad suelen utilizar materiales orgánicos y reciclados. Si bien estas prendas pueden tener un precio más alto, estaremos invirtiendo en la calidad y en la responsabilidad ambiental. Además, al elegir empresas éticas, estamos apoyando una industria más responsable y justa.

Ejemplo de armario cápsula minimalista y atemporal.

Y por último, pero no menos importante, podemos reparar y reutilizar la ropa que ya tenemos en nuestro armario. Si una prenda tiene un agujero o una cremallera rota, en lugar de tirarla y comprar una nueva, repararla es una excelente opción. A su vez, es una buena idea utilizar las prendas que ya tenemos y hacer diversas combinaciones.

En resumen, vestir de manera sostenible durante una recesión económica es una excelente opción para ahorrar dinero a largo plazo y reducir nuestra huella de carbono. Podemos comprar ropa de segunda mano, invertir en prendas de alta calidad, elegir marcas sostenibles y éticas, y reparar y reutilizar la ropa que ya tenemos. Al hacerlo, estamos apoyando una industria más responsable y justa.