Por Renata Correa


Junio comenzó con buenas noticias para el futuro de la industria textil y el mundo de la moda. El primero del mes corriente el parlamento europeo votó a favor de la Estrategia para Textiles Sostenibles y Circulares , con 600 votos a favor y solamente 17 en contra, se aprobó la primera instancia de este proyecto que busca encaminar la industria hacia un futuro donde los textiles sean más duraderos, reparables, reutilizables y reciclables. 

La propuesta fue presentada por la Comisión Europea como parte del Pacto Verde Europeo en 2022 y está planteada para ayudar a la UE en la transición hacia una economía circular climáticamente neutra, en la que los productos se diseñen de forma más sostenible, duradera y eficiente.

Con esto se pretende garantizar a la industria una recuperación de la crisis ocasionada por las consecuencias del Covid-19, aumentando la competitividad y garantizando la inversión de fondos, la investigación en técnicas y la innovación continua de las mismas.

Las iniciativas que tiene esta estrategia aseguran transparencia, rendición de cuentas y prácticas de compras justas, fomentando la transparencia incluyen, por ejemplo,  la exigencia de un pasaporte digital obligatorio para los productos de la industria textil donde se comunique a los compradores información sobre materiales, productos químicos, huella de carbono e impacto en el agua; otras de las exigencias en pro de reducir el impacto climático que toca la estrategia de textiles son, reducir el uso global de  materias primas, limitar la sobreproducción de textiles, prohibir la destrucción de textiles no vendidos o devueltos y crear leyes más firmes para evitar el Greenwashing por parte de marcas y productores. 

Otro de los puntos fuertes de este proyecto es asegurar los Derechos Humanos de los trabajadores y trabajadoras de la industria textil, con controles más fuertes sobre las condiciones laborales de los mismos, también busca asegurar la salud de los consumidores, mediante la obligación de reducción del uso de materiales que pueden ser nocivos para la salud, como los microplásticos.

Sin dudas este es un gran paso por parte de las autoridades Europeas para encaminar la industria hacia un futuro más justo para todos y todas, confiamos en que estas propuestas puedan evolucionar a leyes tangibles, con regulaciones sólidas que permitan y fomenten las buenas prácticas y la conciencia ambiental.