Por: Valentina Alvarado (@fuckrealife)

 

 

Después de estar muy atenta a la última semana de la alta costura en París y admirar las diversas creaciones de las marcas participantes, me surgieron algunas preguntas en relación al compromiso de esta parte de la industria con la sostenibilidad.

La moda de alta costura (Haute Couture en francés) se destaca por el protagonismo que se le da al nivel de detalle, manualidad y artesanalidad que conlleva cada creación, al uso de materiales y diseños excepcionales y, en ocasiones, por ser hecha a la medida de los clientes. Cada año se celebran dos semanas de la alta costura en París, la de primavera/verano en Enero y la de otoño/invierno en Julio. Solo las casas de moda que son miembros, corresponsales o invitadas de la Cámara Sindical de la Alta Costura, que hace parte de la Federación de la Alta Costura y la Moda, pueden presentar, de manera oficial, colecciones de alta costura durante estas semanas. 

Más allá del lujo y la exclusividad que representa la Haute Couture, su relación con la sostenibilidad todavía deja mucho que desear.

 

Uso y desecho de materiales

Los materiales empleados en los diseños de alta costura, por su rareza y singularidad, pueden llegar a tener procesos de producción no tan sostenibles que se desencadenan en el uso desmedido de recursos como la energía y el agua, o incluso contribuyen a la caza furtiva de animales y a la degradación del medio ambiente al buscar garantizar pieles y plumas exóticas.

Cada vez son más las casas de alta costura que apuestan por la transparencia en lo que concierne a su cadena de suministros, producción y distribución. No obstante, mientras pueden avalar que el origen y manufactura de sus productos es rastreable y ético, aún hay mucho por lograr en cuanto al desecho de materiales restantes.

Sin embargo, se han visto esfuerzos por parte de algunas marcas que producen alta costura al crear colecciones cápsulas reutilizando restos de materiales y desechos, o introduciendo el upcycling como una práctica sostenible y constante en sus procesos.

Es el caso de RVDK Ronald van der Kemp que se autoproclama la primera marca de alta costura en el mundo en ser ética y sostenible, ya que usa solamente telas y materiales de segunda y produce muy pocas unidades de un solo diseño.

También es el de Iris van Herpen, Maison Margiela y Victor & Rolf, marcas que han incorporado el uso de materiales reutilizados y el upcycling en algunas de sus colecciones de alta costura.

 

Un consumo cada vez más acelerado

Se suele pensar que la moda de alta costura es la antítesis de la moda rápida o fast fashion. Se tiene entendido que la primera está compuesta por prendas que toman mucho tiempo en crearse, tienen diseños complejos y existen pocas unidades de cada uno, y la segunda se caracteriza por la creación y venta masiva de ropa y accesorios y por rotar sus colecciones cada pocos días o semanas.

Lo cierto es que con el acelerado ritmo de la industria de la moda y lo importante que es un crecimiento constante en ventas para las marcas de moda y alta costura, el concepto de la semana de la alta costura, y de la alta costura como tal, ha ido cambiando en los últimos años.

Hoy en día, algunas marcas que presentan alta costura utilizan este espacio para presentar grandes colecciones que podrían clasificarse en la categoría de prêt à porter o ready to wear, crear más unidades aumenta las posibilidades de vender más. Esto fue algo que Giorgio Armani criticó tras la semana de la alta costura de Julio 2023, el diseñador Italiano cuestionó lo que Haute Couture significa para algunas marcas que presentan este tipo de colecciones, así como el punto de ir hasta París dos veces al año a presentar colecciones exclusivas si la línea que separa la alta costura del ready to wear es cada vez más difusa para algunas de estas marcas.

Aunque falta un gran camino por recorrer en cuanto a incorporar de manera integral prácticas más sustentables en la industria de la moda, la alta costura y la sostenibilidad no son conceptos irreconciliables. El enfoque de las nuevas generaciones por lograr un futuro más circular reta a las marcas de moda a encontrar maneras innovadoras de lograr una industria cada vez más responsable y que estas prácticas lleguen hasta los sectores más exclusivos de la misma, como lo son el lujo y la alta costura.