Escrito por: Noticias de Universo MOLA

Por Eloisa Ponce de León, Mariana Rodriguez, Valentina Theoduloz y Ana de Prado – Voces del #UniversoMOLA Uruguay

Nuestro país debe su nombre a su ubicación geográfica, ya que oficialmente somos la República Oriental del Uruguay, debido a que nos encontramos al oriente del Rio Uruguay. Además Uruguay significa “Rio de los pájaros pintados”.

El territorio de estas tierras, se encuentra bañado por agua en casi su totalidad; y, como si fuera poco, además de deber nuestro nombre a un río, nuestro límite sur, es el Rio de la Plata, conocido por ser el rio más ancho del mundo. Al este también hay agua, como en casi todo nuestro territorio. Uruguay parece tener venas, ya que si observamos el mapa de nuestro país, encontramos cursos de agua que van y vienen por todo el territorio. 

Los principales recursos económicos son la agricultura, la forestación y la ganadería. Siendo un país reconocido en el mundo por la exportación de carne. 

El turismo en Uruguay, se basa principalmente en lugares naturales, siendo los más populares las ciudades costeras y las estancias turísticas (donde se puede combinar naturaleza y tradición) o aquellos lugares donde abunda la vegetación y la fauna autóctona. 

Desde todo punto de vista, somos un país que vive y explota los recursos naturales, por lo que a lo largo de nuestra historia, hemos requerido de una legislación que proteja estos recursos.

Mayormente, los uruguayos hemos estado muy conectados con el cuidado de estos recursos, buscando, como sociedad, que podamos seguir disfrutándolos y realizando presión social, en diversos temas relacionados.

Uruguay y el consumo

Somos el segundo país más pequeño de Sudamérica. El crecimiento demográfico es poco significativo, por lo que, no importa en la época que hayamos nacido, siempre que nos preguntan a los uruguayos “cuántos habitantes hay en tu país” redondeamos en tres millones

Si bien, a priori, no somos un mercado atractivo para el consumo masivo, la realidad es otra: estamos ante un cambio en los hábitos de consumo de los uruguayos. Pasamos a ser una sociedad posmodernista, intentando alinearse con el capitalismo más anglosajón, incentivando las compras excesivas y el acumulamiento de bienes materiales. Esta conducta se ha masificado en los últimos cinco años.

En éste ambiente hostil y egoísta, surge  la necesidad del “back to the roots” (volver al origen), tener consciencia en el consumo y en los hábitos cotidianos.

En el ámbito de la moda, en contraposición al fast fashion, nace el slow fashion; basado en la reducción, reutilización, reparación y reciclaje. En Uruguay, es un espacio aún  poco explorado pero que viene creciendo con fuerza (espíritu crítico y consciencia social)

Como parte del contexto de la moda uruguaya, está en nosotros participar del proceso de cambio. ¿De qué manera?

Como diseñadores productores de moda: 

  • Es importante verificar los procesos de producción de nuestra  materia prima.
  • Tener una política ética con respecto a las personas  que actúan en  la creación del producto.
  • Crear modelos de negocios en cooperación con otras marcas.

Buscar la innovación en las ideas para el  desarrollo de productos textiles.

Como consumidores: 

  • Crear nuestro propio estilo.
  • Shop with the brain”: este concepto nos alienta  a comprar de manera racional.  No solo eligiendo los lugares donde comprar sino qué productos.
  • Fast fashion detox”: es una campaña llevada a cabo por Greenpeace, que busca el fin de la contaminación de la industria de la moda. Como consumidores, nos incita  a dejar de comprar en estas  cadenas involucradas en la  contaminación oceánica.
  • Fashion Revolution: la revolución en la moda es necesaria y este movimiento invita a preguntarnos ¿quién hizo mi ropa?, cuestionándonos quiénes y en qué condiciones confeccionan la ropa que compramos. 
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    Como Voces del #UniversoMOLA Uruguay, queremos asumir el compromiso de:

    • Encaminarnos a una vida más sustentable y amigable con el ecosistema y el medioambiente.
    • Pasar de una economía lineal a la circular.
    • Fomentar el concepto del cooperativismo entre diseñadores sustentables emergentes (para que alcancen todo su potencial)
    • Investigar y ayudar a cambiar los procesos de producción. 
    • Impulsar la regulación de la gestión de los recursos naturales.
    • Pasar de ser solamente consumidores a ser  “prosumidores”.
    • Generar nuestro propio contenido, siendo formadores de opinión, de información y divulgando las buenas prácticas.
    • Pasarnos  al consumo inteligente.