Escrito por: Noticias de Universo MOLA

Por Melisa Moreu – Voz del #UniversoMOLA Colombia

Hasta hace unos años que una marca hablara de sostenibilidad era un valor agregado, pero hoy en día los consumidores en el mundo son cada vez más conscientes de la necesidad de proteger el medio ambiente y entienden que realizan un voto en cada decision de compra al ecoger un producto de impacto positivo sobre uno estándar  .

A pesar de que en Colombia 2,2 millones de personas viven con menos de dos dólares al día y de que el promedio de ingresos por habitante es 14,28 dólares al día según el Banco Mundial, resulta que Colombia es también uno de los países que más demanda sostenibilidad corporativa. Un estudio global realizado por la consultora Nilsen muestra que Colombia es el segundo país -después de India-, en donde los consumidores demandan mayor sostenibilidad por parte de las empresas. 

Aún con estas cifras el colombiano considera dificil conseguir productos amigables con el medio ambiente en las tiendas donde normalmente hace sus compras, y no quiere salir de su zona de confort para comprar maquillaje no testeado en animales o buscar en instagram pantalones hechos en colombia por un salario justo

Lina Bossio diseñadora de Mamelouka es una de esas marcas colombianas con impacto que busca generar prendas de vestir y a la vez ser zero waste, a pesar de que ella ha visto un crecimiento en el tema de sostenibilidad desde 2017 cuando empezó su emprendimiento, considera que hay aún muchas marcas que no saben como meterse en el tema de la moda sostenible “tratan de hacer del hecho de entregar una bolsa de papel un acto heroico y eso no es ético”. Lina piensa que sea buena o mala la intención de las empresas, si en realidad les interesara la sostenibilidad cambiarían politicas internas de más relevancia como sus materias primas y el trato a sus trabajadores.

Igual que la sostenibilidad, el greenwashing ya no es nada nuevo, ese pseudoecologismo que promueve un supuesto interés por el medioambiente a punta de marketing engañoso es la herramienta de muchas empresas hoy en día .

“La sostenibilidad es un tema que debe ser tratado desde la educación y es en realidad una cadena, las marcas son los primeros responsables de promoverla para que los consumidores tengan de dónde elegir, así se cambia el chip mental colectivo desde tus palabras como marca”

¿Pero cómo puede competir el pequeño emprendedor sostenible con el discurso de greenwashing de las grandes empresas?

“Yo considero que es mas eficaz educar primero al consumidor que ya está interesado en temas de sostenibildiad, mira lo que ocurre por ejemplo en el tema del veganismo, chicas que buscan maquillaje cruelty free pero de repente la materia prima es toxica para la piel y para el medio ambiente, si el consumidor consciente lleva la información correcta los procesos son mas rapidos porque son los que se cuestionan porqué la marca no muestra sus procesos”

Si bien es cierto que la transparencia corporativa es una tendencia a nivel global que se da con naturalidad en países desarrollados, qué pasa con países como Colombia en los que el ciudadano promedio no puede darse el lujo de acceder a productos sostenibles sólo porque su precio suele ser más elevado y más dificiles de encontrar.

“Una persona de estratos bajo no tiene eleccion en sus compras porque debe cubrir primero sus necesidades básicas antes de pensar en el medio ambiente, yo considero que para alcanzar ese equilibrio entre las clases sociales debe hacerce desde el ámbito de empresa porque así se matan dos pájaros de un tiro”

La diseñadora plantea que si cada empresa tiene una pequeña acción de incluir en su capital humano personas de nivel socio económico bajo, va a lograr que entiendan los procesos a fondo y verán que se genera un producto o servicio mejor que está ayudando al planeta y haciendo un cambio genuino, así las personas entienden más alla del mensaje de comprar y se cumplen los 4 pilares de la sostenibilidad que son: ecológico, económico, cultural y social.

Según el estudio “Trust Barometer” en Colombia la confianza de los ciudadanos en las instituciones ha caído desde el 2006 debido a la corrupción y la credibilidad del gobierno bajó a 26% en 2017. El destino de la sostenibilidad es incierto en el mundo y en cada país seguramente tomará un rumbo de acuerdo a su idiosincracia, pero vale la pena cuestionarse si la consante desigualdad e injusticia ha puesto a Colombia en la “fácil” posición de saber exigir porque no conoce la transparencia en ningún ámbito.

Redacción: Melisa Moreu Rivas