Escrito por: Noticias de Universo MOLA
Por Fiorella Benavides, Colaboradora Uruguay
Cuando valorás los productos y las materias por encima de las tendencias, el ecodiseño, las materias sostenibles, la calidad por encima de la cantidad y las marcas que generan valor para todas las personas y seres vivos a lo largo de toda la cadena de producción incluido el consumidor final, estas evidenciando tu compromiso con la moda sostenible.
El cambio hacia este pensamiento en un proceso y un desarrollo personal y un compromiso con el planeta. No basta con entender a la sustentabilidad como tal sino generar acciones para aplicarla y poder difundirla como bandera en nuestro día a día.
Una manera de asumir este compromiso y hacerlo sólido es comenzar la búsqueda sobre las marcas de moda que aportan valor social y ambiental. Actualmente mi base está en Uruguay entonces todo el tiempo me estoy informando sobre qué marcas están en este camino y cuál es su mensaje y su esencia desde su rol en la industria.
Apoyar a los pequeños productores locales de cualquier rubro, no tenés por qué limitarte a la indumentaria. Divulgar y compartir a nuestra manera la actualidad de la moda sostenible y el slow fashion. Generar conocimiento sobre sostenibilidad, moda a través de los valores, que dan trabajo digno y no esclavizan niños y mujeres. Concientizar sobre el respeto sobre el cuidado del medio ambiente.
¿Cómo puedo evidenciar mi compromiso con la moda sostenible?
Preguntáte:
¿Con qué frecuencia comprás ropa?
Las rebajas son el símbolo del consumo rápido, porque con sus descuentos incitan a la compra, simplemente porque el producto es más barato que días atrás y no porque la prenda vaya a cubrir una exigencia real. Entonces ahí surgen varios cuestionamientos: cuánto necesito esta prenda, es necesaria comprarla o solo lo hago porque está en oferta. Sentís la adrenalina de comprarla ya, porque sino la oportunidad se desvanece de tus manos. Esto permite comprobar, si en efecto, el consumo suele superar con creces la obtención de lo imprescindible.
¿Dónde solés comprar la ropa?
La moda convencional muchas veces es una barrera para la moda sostenible, ya que ofrecen precios exorbitantes para que la prenda tenga un valor agregado que muchas veces no se refleja en la calidad. Ante este panorama la moda ética no puede competir. Entonces es tiempo de pensar si tu hábito de compra se centra en las grandes marcas, centros comerciales, etc, o si tu consumo también se enfoca en alternativas más sostenibles de producción local, second hand o los propios establecimientos de moda ética y ecológica.
¿Qué criterios utilizas a la hora de comprar una prenda?
Sin dudas la importancia de que una prenda sea atractiva atrae mucho al consumidor. Sin embargo, no debería ser el único criterio para decir si hacemos o no la compra. Qué hay de la durabilidad de la prenda, Cómo está infeccionada, qué tipo de materiales se utilizaron. Pero sobre todo si es una prenda de tendencia que va a pasar de moda en un abrir y cerrar de ojos o si puedo adherirla a mi armario de manera funcional, para que perdure en el tiempo y no muera en dos o tres usadas.
¿Qué información consultas en las etiquetas?
Transmitir la mayor información sobre el producto que vamos a comprar es un compromiso básico que debería cumplir cualquier marca. Con esto qué se obtiene: información más completa sobre el lugar de fabricación, las condiciones de lavado o los materiales que componen las prendas. Dato no menor, el origen de donde está confeccionada la prenda. Según un informe danés, uno de los rituales que lleva a cabo el consumidor “ideal” de moda sostenible es comprobar estos datos.
¿Qué haces cuando ya no usas una prenda?
El concepto de tendencia o moda e la industria textil nos impulsa a consumir fast fashion que genera una cantidad de residuos textiles desmedido y en muchos casos su descomposición es lo más difícil. Alguna vez te preguntaste cuantas veces usas tus prendas favoritas y cuantas veces el resto. Son varias las opciones para que esa prenda tenga una segunda oportunidad o varias antes de terminar en la basura. Optimizar lo que ya tenés es la regla número uno, armando diferentes outfits, jugando con lo nuevo y lo vintage. Customizar esas prendas que amás y no queres soltar por su calidad y perdurabilidad en el tiempo. Donarlas a las personas que necesiten tener ropa en buen estado u otra opción es intercambiarlas con familiares y amigos. Llevarlas a un second hand o revenderlas a un precio justo. Por otro lado, si la ropa está muy gastada podés usarla para trapos de limpieza o rellenos de almohadones.
Consumir de forma sostenible significa pensar en pequeño y hacerlo con menos derroche. Elle L diseñadora sostenible explica que “la moda está entre el arte y la utilidad, y precisamente por eso tiene el poder y la responsabilidad de encontrar una buena solución que nos ayude, ahora más que nunca a volvernos más sostenibles, fuertes y saludables”.
Fuentes: