Por: Nicole Alejandra Benavides
Los incendios forestales se han convertido en una de las mayores amenazas para el medio ambiente. Una de las noticias más impactantes de este inicio de año ha sido los devastadores incendios que arrasaron más de 160 kilómetros cuadrados en Los Ángeles.
Con más de 20 personas fallecidas, 150,000 evacuados e incalculables pérdidas económicas, estos incendios, considerados los más destructivos en la historia de la ciudad, han dejado una marca devastadora.
Estos sucesos no solo destruyen vastas áreas urbanas y naturales, sino que también liberan grandes cantidades de contaminantes a la atmósfera, contribuyendo al cambio climático y afectando gravemente la salud humana.
El cambio climático no solo está elevando las temperaturas globales —que ya han aumentado en promedio 1.1 °C desde la era preindustrial—, sino que también reduce la humedad del suelo y altera los patrones de lluvia. En California, las olas de calor extremo y la falta de precipitaciones han creado condiciones ideales para la rápida propagación de incendios. A esto se suma la expansión urbana, que expone a más comunidades al peligro y dificulta las labores de control y mitigación del fuego.
Un informe de la Universidad de California (UCLA) destaca que la contaminación generada por combustibles fósiles ha intensificado los incendios en aproximadamente un 25%. Según los expertos, sin esta contaminación, los incendios serían «más pequeños y menos intensos».
Además, la pérdida de biodiversidad es alarmante. En ecosistemas como los de Los Ángeles, más del 70% de las áreas afectadas podrían tardar décadas en recuperarse, si es que lo logran. El suelo, por su parte, queda severamente degradado, con un aumento significativo de la erosión y una drástica reducción de su capacidad para regenerarse.
Estos incendios nos recuerdan la urgente necesidad de prestar más atención al cambio climático y a la urbanización acelerada. Eventos similares, como los devastadores incendios en la Amazonía y en la región del Gran Chaco en América Latina durante 2024, han dejado una huella profunda en el medio ambiente y en la vida de millones de personas. Es fundamental implementar estrategias claras y efectivas, respaldadas por presupuestos sólidos, para prevenir y gestionar este tipo de desastres.
Fuentes:
https://cnnespanol.cnn.com/2025/01/15/eeuu/incendios-los-angeles-peores-calentamiento-global-trax
