Por Cristina Rivas

Reducir el impacto ambiental desde el armario es posible, pero requiere decisiones conscientes sobre qué ropa adquirir y cuál evitar. La moda sostenible ha dejado de ser una tendencia para convertirse en una necesidad ante la crisis climática y el consumo excesivo.

La industria de la moda representa entre el 4% y el 10% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero, según datos de McKinsey & Company y el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA). Además, consume 93 mil millones de metros cúbicos de agua al año y es responsable del 20% de las aguas residuales a nivel mundial.

Frente a estas cifras, construir un clóset más sostenible se vuelve una herramienta de acción individual. Sin embargo, es importante evitar el perfeccionismo: no se trata de reemplazar todo el guardarropa de inmediato por prendas “eco”, ni de caer en la trampa de comprar en exceso bajo el argumento de la sostenibilidad.

El consumo consciente comienza con lo que ya se tiene. Reparar, reutilizar, donar o intercambiar son prácticas efectivas. Comprar menos, pero de mejor calidad, es la regla básica. Las prendas que sí vale la pena tener son aquellas versátiles, duraderas y atemporales: una buena camisa blanca, jeans que resistan años, un abrigo de calidad, camisetas de algodón orgánico, y calzado cómodo de materiales resistentes. Estos básicos forman la base de un guardarropa funcional y adaptable.

Asimismo, conviene evitar las prendas hechas de fibras sintéticas al momento de adquirir prendas nuevas como poliéster virgen, ya que liberan microplásticos con cada lavado. También es importante alejarse de modas pasajeras que impulsan el ciclo de sobreproducción y descarte.

Apoyar marcas locales, con procesos éticos y materiales responsables, es otra forma de hacer una diferencia. Pero sobre todo, adoptar una mentalidad crítica frente al consumo, cada prenda nueva debería pasar por una pregunta simple: ¿la necesito?

La sostenibilidad no está en la perfección, sino en las elecciones constantes y conscientes. Transformar el clóset es, en realidad, transformar la manera en que nos relacionamos con la ropa y el planeta.

Fuentes:

https://unfccc.int/es/news/la-onu-ayuda-a-la-industria-de-la-moda-en-su-transicion-hacia-una-economia-baja-en-emisiones

https://news.un.org/es/story/2019/04/1454161

https://blog.sanpatricio.com.ec/claves-para-lograr-un-closet-sostenible