Por Natalie Cederbaum 

 

Copenhagen Fashion Week no es una semana de la moda más. A diferencia del resto de las grandes capitales de la moda como París o Milán, CPHFW se destaca por ser un evento sostenible. “Para nosotros es importante posicionarnos y diferenciarnos. No queremos tratar de ser algo que no somos, sino respetar el ADN de nuestra sociedad, que está intrínsecamente ligado a valores de sostenibilidad y respeto al medioambiente” , declara Cecilie Thorsmark, CEO de la Copenhagen Fashion Week. 

Del 7 al 11 de agosto, diseñadores, marcas y emprendedores presentaron sus nuevas colecciones primavera/verano 2024 impulsando los pilares fundamentales de este suceso: diversidad, sostenibilidad y equidad. A partir del año 2020, la capital de Dinamarca estableció que los proyectos participantes deben cumplir con un mínimo de 18 requisitos demostrando un verdadero compromiso con el ambiente, despegándose de la moda inconsciente. 

El proceso de selección consiste en contestar 76 preguntas divididas en seis áreas: dirección estratégica, diseño, elección inteligente de materiales, condiciones laborales, compromiso con los consumidores y la producción de desfiles. 

La última edición, contó con 31 marcas que lograron demostrar su excelencia en cada una de las áreas evaluadas. La semana de la moda danesa, busca ser un motor de transformación en la industria mediante sus políticas sostenibles. 

En su enfoque estratégico, resalta la incorporación de los estándares en materia de derechos humanos, la importancia de la diversidad e igualdad a la hora de contratar personal y por último, promueve la conservación de prendas no comercializadas de colecciones anteriores. 

Su filosofía en cuanto al diseño se centra en elevar la calidad y el valor de los productos tanto en términos económicos como materiales. A su vez, la longevidad de los productos y la reutilización de las muestras generadas en los procesos creativos son factores de suma importancia. 

La elección de insumos también es un aspecto relevante para la CPHFW. En primer lugar, al menos un 50% de la colección debe estar confeccionada con elementos reciclados, certificados o reutilizados ya sea mediante upcycling o prácticas como el zero waste. Por otra parte, cuentan con una lista de componentes preferidos y una de sustancias restringidas, siguiendo las exigencias de la directiva REACH (Registro, Evaluación, Autorización y restricción de sustancias y mezclas químicas) de la Unión Europea. Asimismo, las prendas deben estar libres de cualquier pelaje animal. 

El sector textil conlleva una cadena de suministro muy importante. Las condiciones laborales se rigen de acuerdo a las pautas y estándares internacionales, garantizando a los proveedores un ambiente de trabajo seguro, saludable y respetuoso, libre de acoso y discriminación. 

Los participantes de este gran suceso, deben tener un compromiso con los consumidores. El personal de atención al cliente tanto en la tienda física como online, tiene que estar bien informado y capacitado respecto a la estrategia de sostenibilidad. No se utilizan los envases de plástico de un solo uso y se ofrecen opciones alternativas reciclables, recicladas o reutilizables de packaging

Como último pero no menos importante, se encuentra el área de producción de desfiles. El diseño de escenarios se realiza sin desperdicios y se evita el uso de envases de plástico en el backstage. Además, en acuerdo con “Danish Fashion Ethical Charter”, se valora la diversidad en la selección de modelos. 

Es evidente que ser parte de Copenhagen Fashion Week no es tarea sencilla. El mensaje que transmiten es fuerte y claro. Sus exigencias eco-responsables son el camino hacia una industria más consciente y menos alienada. “Nosotros estamos aquí para ayudar a las firmas y creadores, apoyándolos y motivándolos para que sean capaces de dar respuesta a los retos que estamos marcando”, expresa Cecilie Thorsmark. 

A lo largo de los cuatro días de Fashion Week, se brindaron inspiradoras charlas que exploraron temáticas desde el aprecio por lo artesanal hasta la innovación de materiales y la evolución del concepto de belleza. En paralelo, y continuando con la esencia del evento, la agenda incluía varios desfiles de la mano de Paolina Russo, ganadora de Zalando Visionary Award, Deadwood, Lovechild 1979, Sunflower, Wood Wood y The Garment, entre otras. Ganni, una de las marcas más reconocidas de Dinamarca, dejó su huella en la pasarela al presentar un espectáculo basado en la inteligencia artificial, donde árboles transmitían mensajes sobre la preservación ambiental y la urgencia de proteger a nuestro planeta. 

CPHFW se destaca como un evento único en el mundo de la moda internacional al priorizar la sostenibilidad por encima de todo. Celebrar la artesanía, la creatividad y a los diseñadores emergentes son los propósitos más meritorios de esta Fashion Week. Sin lugar a dudas es un ejemplo para la nueva era.