Por Valentina Alvarado
Recientemente vi un tiktok que aseguraba que el cuero genuino vintage es una opción que puede ser más sostenible que el cuero sintético, el mal llamado “cuero vegano” y quise investigar un poco más a fondo.
Si bien es un hecho que no existe el consumo totalmente ético en el capitalismo, a menudo podemos encontrarnos en la búsqueda de maneras de reducir nuestro impacto en el medio ambiente y llevar un estilo de vida más sostenible.
El cuero genuino vintage es de origen animal, los más usados en la industria vienen de la piel de las vacas y de las ovejas, y para poder ser vintage tiene que haber sido manufacturado hace más de 20 años como mínimo. El cuero sintético puede ser de PU (poliuretano) o de PVC (cloruro de polivinilo) que son, esencialmente, plásticos. También es importante anotar que hoy en día encontramos una variedad interesante de cueros vegetales, algunos de ellos derivados de las fibras de las hojas de las piñas como Piñatex, del caucho como LaVeg, de los hongos como Mylo que ha sido usado por la marca Stella McCartney, y de los cactus como Desserto que ha sido usado por la marca Fossil.
A pesar de que los cueros de origen vegetal pueden ser la opción más ética, aún no alcanzan los niveles de producción que alcanzan sus contrapartes de origen animal y sintético por lo que desarrollarlos es costoso.
En el momento de decidir cuál puede ser la opción más sostenible, podemos tener en cuenta factores como la durabilidad, la procedencia y producción, y qué pasa con ellos al final de su vida útil.
Durabilidad
En este aspecto el cuero vintage le lleva una ventaja considerable al cuero sintético, el hecho de ser vintage implica que ya ha existido por un tiempo considerable y aún tiene vida útil. El cuero animal no se pela ni se agrieta con el tiempo, y se puede mantener en buen estado por muchos años con un cuidado e hidratación adecuados. El cuero sintético, por otro lado, tiene una vida útil de alrededor de 5 años y con el tiempo comienza a pelarse. En el caso de los cueros de origen vegetal es difícil decir ya que en su mayoría aún están en etapas experimentales y de desarrollo.
Procedencia y producción
El cuero genuino es de procedencia animal y, en gran parte, es un residuo de la industria de la carne; sin embargo su uso genera gran controversia ya que el consumo masivo de la carne fomenta la cría intensiva de animales en condiciones crueles y poco éticas. Esto es sin tener en cuenta siquiera la producción de cueros exóticos, como los de piel de serpiente y los cocodrilo, que sí son criados en pésimas condiciones con la única finalidad de obtener sus pieles. Si bien la manufactura del cuero sintético PU es menos dañina que la del cuero sintético PVC, ambos demandan el uso de combustibles fósiles que liberan toxinas dañinas para el medio ambiente. La producción de cueros de origen vegetal tampoco es del todo perfecta, algunos de ellos también requiere el uso de químicos para lograr su durabilidad.
Fin de su vida útil
Aunque ambos son de procedencia orgánica, tanto el cuero de origen animal como el de origen vegetal incorporan químicos en su proceso de producción que dificultan su descomposición en caso de que terminen en un relleno sanitario. No obstante, los dos anteriores sí se descomponen más rápido que sus contrapartes sintéticas. Teniendo esto en cuenta, hay que considerar que de las tres alternativas solo el cuero genuino logra tener una vida útil realmente larga.
Entonces, ¿cuál es el más ético?
Está claro que ninguna de las tres opciones es perfectamente ética o sostenible, cada una tiene sus pros y sus contras. Depende de cada uno de nosotros tomar una decisión informada sobre cuál preferir que se adapte a nuestra propia manera de llevar una vida más responsable.
En mi opinión, optar por cuero genuino vintage es la opción que implica menos demanda de creación de bienes nuevos pues son objetos que ya han tenido una vida útil de más de 20 años y para conseguir uno hay que recurrir al mercado de segunda mano. Sin embargo, me intrigan las innovaciones que proponen la experimentación con desechos y derivados vegetales para crear un sustituto más ético para el cuero genuino nuevo y el cuero sintético.