Escrito por: Noticias de Universo MOLA
Por Maria Alejandra Vallejo Martinez, Voz Colombia
El diseño sea de modas, visual, industrial, de interiores, de arte, editorial, de cualquier forma final que aplique en su apellido, tiene como propósito por medio de herramientas como la observación, la creatividad, e interpretacion, generar proyectos con un uso específico y unos principios semióticos y estéticos que se alinean a la finalidad de la necesidad; aunque en un principio el diseño pareciera como un tema totalmente externo a la esfera cotidiana, que va a exploraciones artísticas y que denota un cierto tema exclusivo e inalcanzable que solo algunos podrían entender o usar, el diseño es en realidad más cercano de lo que creemos, pues se vincula a la sociedad de una manera compenetrada.
La sociedad representa el principio y fin para el diseño, pues es el referente, el anunciante y el que acoge finalmente el proyecto diseñado, así de una manera casi complicitiva el diseño nace, vive y respira sociedad, aunque muchos no lo identifiquen de esa manera, la realidad es que el diseño está para interpretar necesidades de la sociedad y aportar soluciones, aunque en el común denominador social es normal este pensamiento donde el diseño no está en la cotidianidad, pareciera en muchos casos, que ese factor y pensamiento se ha empezado a colar cada dia mas en el constructo del diseño y se ha vuelto parte de la manera en la que los diseñadores generan sus procesos, para poder analizar este tema hablaremos específicamente del sistema moda.
En esta disciplina donde el alma del diseño es la sociedad, pareciera en muchos casos que se convirtió solo en referente estético y la sociedad recipiente de proyectos que existen sin propósito, personas oprimidas por el sistema, desechos de los procesos, problemas mentales, físicos y muchas cosas más, que más que aportar soluciones a los problemas actuales de la sociedad y decir algo relevante de la misma apoyan ciclos que son dañinos para la misma, esto es un hecho realmente lamentable, porque la sociedad y sus necesidades más allá de lo estético deben ser la base, es decir los problemas sociales deben ser el pilar básico que nutra al diseñador para por medio de su conocimiento, intuición y trabajo pueda generar proyectos que impacten a la sociedad y la vida de sus individuos. Entonces debemos preguntarnos ¿Por qué se está olvidando este principio base del diseño? Encontrar causas y poder plantearnos proyectos con base a la pregunta ¿Cómo podemos incorporarlo de nuevo?
La primera idea para poder responder la causa es bastante sencilla y conflictiva a la vez, porque muestra las dinámicas tan problemáticas que se tienen actualmente, la realidad se divide en dos partes pero tiene múltiples actores, en la primera realidad entran muchos que reconocen el problema pero deciden pasarlo por alto porque tienen intereses acumulativos frente al dinero y ansias de poder, dentro de aquí se encuentran muchas de las grandes empresas y personas con alto poder adquisitivo, que cuentan no solo con la infraestructura sino que el capital para cambiar estos modelos, pero que no están dispuestos a ceder terreno puesto que sus modelos de negocios se basan en la explotación de los eslabones y aprovecharse de los mismos problemas sociales para poder incrementar sus ventas, estas personas son las que no quieren hacer nada porque se desconectaron de la realidad social, puesto que su entorno y las personas con las que conectan están en un mismo factor de crecimiento que ellos, generando constante competencia y estos procesos cesan su empatía y les permiten hacer cosas cuestionables para mantener su estatus.
La segunda parte tiene a muchos a los que el olvido del factor social y ambiental les fue impuesto como un factor de mera supervivencia, porque no podemos culpar a las ganas de vender de una persona, emprendimiento o pequeña empresa, puesto que el modelo en el que estamos prioriza este factor y genera dinámicas donde la supervivencia es a buscar el pan de cada día, es importante recalcar que son personas que posiblemente no poseen el capital para generar el cambio, y también están en este conjunto los consumidores que se ven obligados a tomar la economía de sus hogares como factor primordial para escoger que pueden permitirse comprar, debemos recordar que para el ser humano escoger la supervivencia es primordial, y a esto se adiciona que muy pocos tienen conocimiento de las nuevas formas en las que pueden conectar los factores económicos, sociales y ambientales para generar triple impacto, y continuar teniendo ventas estables con las que puedan sobrevivir, además están encerrados en una sociedad para la que el cambio es lento y que no les brinda información sobre dónde encontrar información que ayude a sus negocios, o donde encontrar negocios que les permitan esa flexibilidad que necesitan, estos son los que creen que no pueden.
Entre los que no quieren y los que creen que no pueden, como comunidad terminamos no haciendo mucho, porque por mucho que existan los que quieren, los que tienen el capital y buscan generar cambio, en latinoamérica la desigualdad económica es tan grande que no permite que el cambio se dé rápidamente, por eso es tan importante llegar a más personas para educar, inspirar y acompañar a estas personas a generar sinergias que no sacrifiquen la necesidad de supervivencia sino que la pongan como fase primordial del bienestar y que generen proyectos que respondan a las necesidades sociales al mismo tiempo que impactan las realidades económicas y ambientales.
Una vez tocamos la causa de manera general debemos hablar de cómo podemos volver a tomar control de los procesos, como diseñadores tenemos la obligación desde nuestro proceso de generar cambios que generen impacto, de esta premisa nace un concepto de constante evolución y que está entrelazándose en las actualidad, el diseño social es realmente un diseño basado en la empatía, en buscar realmente las necesidades de la sociedad, de todos los grupos que están incluidos en ella e interpretar estos momentos de tensión que se provocan con los constantes cambios para poder responder y reflejar estos pensamientos, intenciones, emociones y necesidades que articulamos como colectivo, esto no significa desligarse del diseño comercial y perseguir un sueño, en realidad es poder generar sinergias que involucren el triple impacto a través de la creatividad, existen incontables ejemplos de empresas que ya lo hacen y cuyo propósito está centrado en asumir estos retos y desdibujar los límites para poder generar discursos propios que le den identidad y sentido a las marcas, los productos, procesos, estrategias que se generan dentro de la compañía.
Eco-shoes con suela de caucho recuperado.
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El diseño social será una responsabilidad del diseñador sea o no este su objetivo, mientras que tenga en mente la necesidad propia del usuario y de los factor estético / comunicativo que lo motivan, por esto entender a esta persona implicada dentro del diseño y que pertenece a un colectivo social es vital, pues tiene sus propias necesidades particulares que debemos entender y tomar en cuenta a la hora del procesos de diseño para poder entregarle a los usuarios un producto no solamente estético sino con una finalidad clara, y involucrar en la cadena productiva y de suministro de la misma con la intención de mejorar la calidad de vida.
Hippo-roller, una alternativa a bajo precio que permite transportar y purificar agua en comunidades en áfrica.
https://www.bioguia.com/tecnologia/una-rueda-cambia-la-vida-de-miles-de-personas_29280861.html
Un producto que exista solo por existir, y que entre al mercado meramente con la mirada comercial, realmente resulta ser un despropósito puesto que no aporta activamente a las sinergias sociales, ni genera cambios dentro de su entorno para llegar a construir tejidos colaborativos fuertes que alcancen a la población, esto no significa que el factor económico o estético debe perderse de vista y sacrificarse, porque un producto que no logre mantenerse vigente en el mercado y gane market share, realmente no lograra su propósito y no podrá tener impacto, e incluso en productos como música, desarrollos de artes plásticas, pasarelas de moda conceptual, que vienen muy marcadas de un concepto comunicativo y bajo una línea de expresión semiótica y estética, en ellas también el diseño social tiene cabida, porque los problemas sociales necesitan voz.
Generar diseño social simplemente significa que debemos como diseñadores transformar nuestro procesos de diseño y unirlo a una lógica más amplia que nos permita generar proyectos que impacten la vida del usuario positivamente, pero que no solo queden ahí sino que involucren en sinergia a todos los que tocaran esa prenda, productores, distribuidores, comercializadores, la sociedad en general, por eso necesitamos creatividad para poder ver todo el panorama, entender el proceso amplio como cadenas y eslabones para transformar desde adentro los procesos, como diseñador solo piensa que quieres resolver, cuál es el propósito de lo que estás haciendo, y como consumidor piensa en donde tu dinero puede tener más impacto y transformar de mejor manera la realidad para que sea como tu la ambicionas, finalmente las mejores armas serán la información, la creatividad e intencionalidad como herramientas para buscar soluciones que generar procesos que impacten.