Escrito por: Noticias de Universo MOLA

Por Yamila Recalde, Colaboradora Argentina

La industria de la Moda proclama la sustentabilidad como una preocupación real entre las marcas y los consumidores, más bien, la moda establece como máxima prioridad para los modelos de negocios la conciencia ambiental, para ello, se vale de diversas herramientas como tecnología aplicada, que incluye desde aplicaciones hasta maquinaria compleja como Fibersort, a través de la utilización de materiales reciclados, además de compromisos internos a fin de reducir el uso de agua, emisiones de carbono o el método de compensación como es el caso de Chanel con su plan Mission 1.5.

Dentro del universo de posibilidades que existen para las diversas compañías que integran el sector tanto textil como de indumentaria, joyería y todas aquellas áreas que integren la Industria también se posicionan otras alternativas como la integración de las empresas B, las que se caracterizan principalmente por comprometerse, tanto en el ámbito legal como institucional, a la toma de decisiones, de cualquier tipo, poniendo especial atención al impacto social y ambiental que genera. Para lograr una certificación de compañía B, deben alinear sus prácticas y acciones hacia el mejoramiento de áreas como la de los trabajadores, clientes, comunidad y medioambiente.

Este sistema surgió a raíz de un movimiento iniciado en EE. UU alrededor del 2003, el mismo, tenía como eje principal la búsqueda de soluciones a la inequidad y la crisis climática. El modelo motiva a las empresas a construir una nueva economía basada en los valores y la ética, pilares que generan soluciones colectivas sin dejar de lado las necesidades particulares que busca una corporación que persigue el lucro.

El concepto de empresa B significa, principalmente, construir un nuevo prototipo económico que incluya a todos, sin excepción, así mismo, que también pueda crear valor para la humanidad. El desafío es utilizar la fuerza comercial para dar soluciones reales a los problemas sociales y ambientales existentes y, en definitiva, ser una mejor compañía para el mundo y no solo del mundo.

Para conseguir un certificado que avale la condición de entidad comercial de este tipo, las mismas deberán atravesar por una evaluación detallada de todos los sectores de la empresa, esta se realiza durante el proceso de certificación, que depende de su estructura o tamaño, y busca identificar las oportunidades para lograr altos estándares de desempeño y transparencia. Lo ideal en este caso es que se pueda lograr el triple impacto positivo (económico, social y ambiental) a su vez que se mantienen los compromisos de mejora legal a largo plazo.

¿Qué beneficios tiene la certificación B?

Las ventajas de ser una Compañía B certificada son varias y son de suma utilidad para su funcionamiento, entre ellas están que, siendo integrantes de la comunidad B tendrán apoyo técnico continuo para lograr los objetivos esperados, por otra parte, se accederá a espacios de difusión y visibilización, también capacitaciones e instancias de intercambio. Además de ello, los nuevos talentos que surgen en el ambiente técnico se interesan más por trabajar con empresas que busquen equilibrio entre los intereses propios y los sociales. La conexión que se adquiere con otras del mismo sentido, es otro beneficio del modelo, como por ejemplo, las ventas de productos y servicios B a B. Por último, también existe un gran potencial para mejorar, sobrevivir y enfrentar los tiempos de crisis, amenazas económicas o de otro tipo, como la sanitaria que se está desarrollando actualmente.

Para más información sobre Compañías B visita https://sistemab.org/como-me-sumo/

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