Por Aida Raddi Corbari

No creo que haya un dúo que se complementen mejor que el de arte y moda. Se conectan e interaccionan permanentemente, probablemente porque ambas trabajan desde lo visual, conjugan emociones y crean historias para inspirarnos, hacernos sentir o pensar. Es imposible considerar una sin la otra. Y si alguna vez hubo una línea divisoria entre la moda y el arte, en los últimos años se fue haciendo cada vez más difusa.

Como ejemplo tenemos la marca mexicana Z – Unordinary que produce “ediciones limitadas de prendas de vestir en colaboración con artistas, arquitectos, diseñadores, estilistas y otros creativos. Cada prenda es parte de una producción limitada y está numerada y firmada. Por tanto, cada pieza equivale a una edición coleccionable”, según dice en su página web. Este tipo de marcas hacen que el arte sea más accesible y más democrático. Además, ayuda a valorar nuestra cultura.

Moda urbana

La moda urbana es un tipo de vestimenta que se usa en el día a día, y por eso prioriza la comodidad, la resistencia al uso diario y que se adapte a cualquier imprevisto que la vida en la ciudad pueda presentar. Este tipo de prendas suelen ser cortes clásicos y colores planos o con estampados simples, que permite que sean prendas fácilmente combinables entre sí.

Lo que logran es poder adaptarse para salir a dar un paseo, ir a hacer las compras o tener una salida con amigas. Y para personalizarlos las personas suelen jugar con las texturas, los accesorios y la combinación de colores.

Arte

Si bien no hay una definición resuelta de lo que es el arte, si se puede decir que juega un rol fundamental dentro de la cultura, si la entendemos como un conjunto de tradiciones, costumbres y formas de hacer las cosas o de ver el mundo y que que identifican a un grupo de personas.

Porque el arte es una vía para expresar o generar ideas, emociones y experiencias, por eso es tan importante. Es la forma de expresar e inmortalizar estas tradiciones y formas de hacer las cosas, que de otro modo quedarían en el olvido.

Moda como reflejo de la sociedad

Desde hace un tiempo a esta parte se está empezando a entender que la moda no es algo superficial o banal. Sino que es un reflejo de la cultura y la sociedad. Entonces que la moda y el arte se complementen entre sí, parece el camino natural de las cosas. Porque, al ser una forma de expresión y comunicación, es una forma de demostrar lo que está sucediendo en el cotidiano de las personas.

También para seguir recordándonos cual es nuestra estética, cuales son nuestros colores y nuestra cultura. Por ejemplo la marca argentina Revólver es genderless (lo que demuestra ese cambio de paradigmas sociales, es decir el presente en constante movimiento) que hace prendas urbanas e intenta recuperar una iconografía argentina que parecía perdida o, más bien, menospreciada. Mientras otras marcas optan por estampados de tigres, ellos hacen estampados con yaguaretés y empanadas. Buscando volver a poner en valor nuestra cultura y nuestra fauna, que nos define.

Si bien puede que la moda urbana no pueda ser considerada arte porque tiene un fin más funcional y práctico, sí puede enlazarse, colaborar y ayudar a ser un canal más para expresar emociones, ideas o una forma de ver el mundo.

Necesitamos que el arte sea más accesible y cercano al día a día cotidiano. La moda es un canal perfecto para que eso suceda porque es algo super cercano, que usamos -y necesitamos usar-todos los días.