{{Vera Sangiacomo}}
¿Sabían que en el mundo se producen más de 430 millones de toneladas de plástico por año? Dos tercios de esta cantidad, son productos de vida corta que en cuestión de
segundos o minutos se convierten en basura, que luego invade los océanos y, a menudo, penetra en la cadena alimentaria humana. Este año, el Día Mundial del Medio Ambiente (que se celebra el 5 de junio), se centró principalmente en la contaminación por plásticos. Dentro de esta, una de las consecuencias más perjudiciales y duraderas es la contaminación por microplásticos, que se convirtió para este entonces, en una amenaza que crece permanentemente para la salud de las personas y del planeta.
Estas pequeñísimas partículas de plástico están presentes en muchos de los artículos que consumimos cotidianamente, como cigarrillos, ropa y cosméticos. Las investigaciones del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) demuestran que el uso continuo de algunos de estos productos aumenta la acumulación de microplásticos en el medio ambiente.Los microplásticos, que pueden tener hasta 5 milímetros de diámetro, desembocan en los océanos a causa de la descomposición de los desechos plásticos marinos, la escorrentía de las cañerías, las fugas de las fábricas, entre otras fuentes.
Cuando son ingeridos por la vida marina, como aves, peces, mamíferos y plantas, los microplásticos provocan efectos tanto tóxicos como mecánicos, lo que da lugar a problemas como la reducción de la ingesta de alimentos, la asfixia, los cambios de comportamiento y la alteración genética. Además, las personas pueden inhalar microplásticos del aire, ingerirlos del agua y absorberlos a través de productos para la piel. Se han encontrado microplásticos en diversos órganos humanos, e incluso en la placenta de los recién nacidos. El informe De la contaminación a la solución del PNUMA de 2021 alertaba de que las sustancias químicas presentes en los microplásticos «están asociadas a graves consecuencias para la salud, especialmente en las mujeres». Entre ellas se cuentan alteraciones de la genética humana, del desarrollo cerebral y de la frecuencia respiratoria, entre otros problemas de salud.
«El impacto de las sustancias químicas peligrosas y los microplásticos en la fisiología tanto de los seres humanos como de los organismos marinos es aún incipiente y debe priorizarse
y acelerarse en este Decenio de las Ciencias Oceánicas para el Desarrollo Sostenible», declaró Leticia Carvalho, Jefa de la Subdivisión de Aguas Marinas y Dulces, PNUMA. «Sin embargo, las medidas que limiten su propagación y prevalencia serán sin duda< beneficiosas para nuestra salud a largo plazo y el bienestar de los ecosistemas marinos y muchos más», agregó.
Como mencionaba anteriormente, una de las principales industrias responsables de la contaminación por microplásticos, es la textil.
Ropa y textiles
De todos los materiales que se utilizan a la hora de confeccionar ropa para el Fast Fashion,los plásticos como el poliéster, el acrílico y el nailon constituyen aproximadamente el 60%.
Como consecuencia de la fricción y abrasión cuando se lavan o se llevan puestas, las prendas desprenden microplásticos conocidos como microfibras. Según un informe del PNUMA de 2020 que analiza en detalle la cadena de valor textil mundial, alrededor del 9% de la cantidad anual de microplásticos que se desechan en los océanos procede de la ropa y demás productos textiles.
Así es como expertos en la temática recomiendan lavar la ropa con menos frecuencia, es decir, intentar usarla más veces antes de lavarla, y también optar por materiales naturales,
de origen sostenible, para reducir o eliminar la amenaza de fuga de microplásticos. Aunque esta última puede conllevar otras consecuencias negativas para el medio ambiente, con lo
cual, se sigue trabajando en ello.
A largo plazo, el PNUMA y otros organismos de las Naciones Unidas que participan en la Alianza de las Naciones Unidas para la Moda Sostenible seguirán impulsando una acción coordinada en el sector. A la vez que promoverán que los gobiernos adopten medidas para la transición hacia una cadena de valor textil sostenible y circular con un mínimo desperdicio de microplásticos. El PNUMA está elaborando una hoja de ruta en la que se destacan las principales medidas que pueden adoptar las partes interesadas, así como orientaciones para mejorar las medidas de comunicación con el fin de impulsar un cambio de comportamiento. Según Elisa Tonda, Jefa de la Unidad de Consumo y Producción del PNUMA, es necesario involucrar a todas las partes interesadas para cambiar la industria textil hacia la circularidad y abordar los vertidos de microplásticos procedentes de los textiles.
«Las personas responsables de la formulación de políticas deben implementar una gobernanza y políticas más sólidas, así como crear un entorno político que incentive el diseño de tejidos y prendas de vestir sostenibles, así como promover un enfoque más normatizado en lo relativo a la identificación y delimitación de los vertidos de los diferentes productos textiles y de las alternativas adecuadas», afirmó Elisa Tonda. «Las marcas deben redoblar sus esfuerzos en el diseño de ropa sostenible y asumir la responsabilidad de sus
productos al final de su vida útil», añadió.
Revertir la marea
Con este nuevo enfoque, la Campaña Mares Limpios pretende impulsar el cambio tanto para los consumidores como para los responsables políticos y las empresas. Sus asociaciones con diversas organizaciones y empresas pueden fomentar cambios en el estilo de vida y en la industria y dar mayor impulso a investigaciones esenciales. Asimismo, puede reforzar nuestros limitados conocimientos sobre el verdadero impacto de los microplásticos en la salud humana y ayudar a identificar las mejores estrategias a seguir. Dada su omnipresencia en los artículos domésticos cotidianos, encontrar respuestas a las complejas amenazas que plantean los microplásticos es un reto crítico y apremiante.
Los países y las empresas pueden unirse a la campaña Mares Limpios, así como al Compromiso Global por la Nueva Economía del Plástico para hacer promesas y compromisos ambiciosos para combatir todos los aspectos de la basura marina y la contaminación por plásticos. La ciudadanía también puede adherirse al compromiso de Mares Limpios para reducir su huella de plástico. Todos juntos podemos hacer los cambios necesarios para reducir el impacto de los plásticos y los microplásticos en el medio ambiente y la salud humana.
Acerca de la campaña Mares Limpios
La campaña Mares Limpios del PNUMA es la coalición mundial de mayor tamaño y alcance dedicada a acabar con la contaminación marina por plásticos. Conecta y moviliza a la ciudadanía, los grupos de la sociedad civil, la industria y los gobiernos para catalizar el cambio y transformar los hábitos, las prácticas, las normas y las políticas en todo el mundo con el fin de reducir drásticamente los desechos marinos y sus consecuencias negativas. Podés sumarte en el link antes mencionado.
Un mundo más sostenible no sólo es posible, sino que es urgente. El compromiso debe ser colectivo. A veces nos parece que es demasiado trabajo el que falta y podemos tender a
querer darnos por vencidos. Y es que es un camino difícil. Pero somos cada vez más en él y el cambio está cada vez más cerca. No vamos a querer estar fuera cuando ese momento
llegue