Por Manuela Toro, Universo MOLA.  / Imagen portada: SISA

La industria de la moda NO es la segunda más contaminante

A lo largo del camino en busca de la sostenibilidad, nos damos cuenta que un lastre con el que carga la industria textil sola, es precisamente esa etiqueta de ser la segunda más contaminante del planeta. Un impulso más para defender que efectivamente debemos cambiar la forma en la que hacemos moda.

Si bien puede ser cierto que esta es una de las más contaminantes, no podemos desconocer que la industria de la moda textil abarca muchas otras industrias, y que es importante reflexionar en torno a esto. La moda es poderosa porque impacta a la humanidad a nivel socio-cultural y transversaliza muchísimas otras industrias que están detrás de todo el proceso como la agricultura, la energía, el transporte, el turismo, la manufactura y las industrias químicas.

Pero todas estas industrias no sólo son cadena de suministro de moda, también son materia prima de muchas otras industrias como la de alimentos, la de artículos para el hogar, la automotriz, solo por mencionar algunas de las que requieren procesos químicos. Es mucho más fácil crear intriga y poner al consumidor a sentirse identificado con la moda, sobre todo para el movimiento de la sostenibilidad. Pero la realidad es que sectores industriales como el cemento y el acero dejan una huella de carbono mucho mayor en el planeta, pero la mayoría de las personas no compran acero ni cemento.  Es muy probable que esto surgiera de una buena intención: del deseo de hacer que la industria mundial tuviera consciencia de que debe mejorar. Sin embargo, no está bien basarse en datos que no están cien por ciento confirmados y que conllevan a cuestionarse si es verdad afirmar que es la segunda más contaminante del planeta sin tener en cuenta todo lo anterior. 

Según una noticia publicada en The New York Times en 2018 catalogan esta afirmación como un “mito ecológico” y sustentan bajo una investigación por qué se debe cuestionar esa posición en el ranking de las industrias más riesgosas para el medio ambiente. 

No obstante, lo que sí sabemos con certeza debería considerarse bastante malo, y hay que tenerlo en cuenta es lo siguiente:

  • Casi tres quintas partes de toda la ropa que se produce termina en incineradoras o vertederos al cabo de un año de haber sido confeccionada.
  • Más del ocho por ciento de los gases de efecto invernadero es producido por la industria de la ropa y el calzado.
  • Entre el 20 y el 25 por ciento de los compuestos químicos que se producen en el mundo se utilizan en la industria de acabado textil.” Informes de Mckinsey y Qantis y del libro Handbook of textile effluent remediation.

Lo que no podemos desconocer independientemente del lugar en el escalafón es la responsabilidad que tienen las grandes marcas de ropa en su huella de carbono, y la de los consumidores en darle durabilidad en el tiempo a la indumentaria, evitando el consumo excesivo y el lavado que desperdicie el agua.

¿Por qué la moda sostenible es justa y no cara?

Dentro de los mitos que se crean alrededor de la moda sostenible, uno de los más comunes es que las prendas elaboradas con materiales y procesos éticamente responsables suelen ser demasiado costosas.

Este pensamiento recurrente es erróneo porque lo que garantizan los materiales que se usan para elaborar prendas sustentables, es la calidad y durabilidad del producto en el tiempo, es por esto que asumir el costo un poco más elevado que lo que se encuentra comúnmente en la fast fashion, es una inversión que deberíamos hacer. No solo por la contribución que esto hace al planeta -siendo esta la mayor motivación,- sino también para ahorrarnos posteriores costos debido al desgaste programado de la mayoría de prendas fabricadas con bajos estándares de calidad, precisamente para acelerar el ritmo de compra de los consumidores y lucrarse a costa de sacrificar la calidad de las prendas. 

Además, el precio que se paga por prendas elaboradas de forma consciente no solo cubre materiales, tejidos y telas sostenibles, sino que detrás de todo el proceso de elaboración, también están quienes hacen parte de la cadena de producción, donde se encuentran proveedores, confeccionistas, artesanos, vendedores, distribuidores, etc quienes reciben un sueldo justo que garantice su calidad de vida. 

La moda sostenible comunica de forma transparente todo el proceso, es mucho más fácil llevar la trazabilidad de prendas sustentables porque el costo de las prendas es el reflejo de lo invertido dentro de toda la cadena de producción.

Es por esto que desde Universo MOLA se promueve el comercio justo, el trabajo digno, el reconocimiento a cada eslabón que hace parte de esa cadena,  y que hacen posible la existencia de piezas únicas con múltiples significados dentro de la sociedad, prendas que permiten expresar, que tienen una intención y que conllevan procesos que movilizan las economías de múltiples sectores que se van engranando y formando así todo el sistema moda.

“La moda sostenible no es cara, es justa”

Valentina Suárez – Directora Universo MOLA

 

Fuentes de investigación

https://www.nytimes.com/es/2018/12/22/espanol/industria-de-la-moda-contaminante.html

https://www.elespectador.com/noticias/medio-ambiente/por-que-la-industria-textil-es-la-mas-contaminante-despues-del-sector-petrolero/

https://www.forbes.com.mx/la-moda-es-una-de-las-industrias-mas-contaminantes-onu/

https://news.un.org/es/story/2019/04/1454161

http://www.unamglobal.unam.mx/?p=68451