Por Manuela Toro, Universo MOLA / Imagen portada: Pinterest
El impacto ambiental que generan las grandes industrias de diferentes sectores, nos va pasando la factura y el planeta pide auxilio.
Según lo trazado por la Asamblea General de las Naciones Unidas para la agenda 2030, solo la Industria de la moda está comprometida para antes de ese año a disminuir en un 30% sus emisiones de carbono. Sin embargo, el informe de Pulse Score que es la evaluación anual de referencia sobre el avance de la sostenibilidad en el sector de la moda, elaborado por Global Fashion Agenda y Boston Consulting Group, revela que aunque va en aumento la transición hacia la sostenibilidad en la industria, no se está moviendo a la velocidad esperada. El informe revela que casi un tercio de la industria de la moda aún no ha tomado medidas y definitivamente hay desigualdad en el avance, pues las empresas con un progreso mayor fueron las ubicadas en un segmento de precios medios, las pequeñas empresas son el punto ciego y hay una brecha entre ellas, pues en la mayoría de casos requieren de acompañamiento y herramientas para impulsarse en el tema de la sostenibilidad económica, social y ambiental.
Otro problema que inhibe el avance y retrasa aún más el punto al que se quiere llegar es la falta de regulación estándar para esta y todas las industrias contaminantes del planeta en cuanto a las emisiones y medición de su impacto en la huella de carbono.
A la fecha no existe un marco metodológico común que mida las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) de manera uniforme y voluntaria a nivel Global. En la Unión Europea y Estados Unidos existe El Protocolo de Kyoto que busca en su método mitigar el calentamiento global y en otros territorios existen diferentes metodologías de análisis de Huella de Carbono. Esta falta de regulación uniforme crea confusión e impide que se avance en la identificación de estrategias globales que regulen a las empresas.
De hecho, el pensamiento de muchas de las industrias es que se considera a la Huella de Carbono como un impuesto al carbono. Aunque algunas empresas ya están desarrollando estrategias de carbono de manera voluntaria para sus productos y procesos internos, aún es percibida como un costo adicional y no se considera la importancia real en términos de ahorro de recursos naturales o mejoras de procesos productivos.
La falta de conciencia hace más difícil el camino, y lo que se espera en algún punto es lograr que cada producto de cada industria revele datos sobre su huella de carbono, y poner en manos del ciudadano la información que le permita elegir cuál es la opción más sostenible. Aunque por ahora el Índice de Transparencia de la Moda (Fashion Transperancy Index) publicado el 24 de abril de 2019 señala que solo el 55% de las marcas publican la huella de carbono de sus propias instalaciones y el 19,5% hace pública la información de su cadena de suministro. Hay mucho por descubrir detrás de lo que pasa en la industria de la moda.
La falta de trazabilidad y transparencia es grave, pues es uno de los primeros pasos para lograr ser sostenible y ético de cara al consumidor y a la ciudadanía.
Otra dificultad con la que se encuentra la industria en su paso hacia una industria más sostenible son las barreras en los sistemas financieros, fiscales y legales. Es difícil lograr que la moda sea circular si la economía no lo es tampoco, pues la moda no es un sistema independiente y depende de otros para funcionar. La rapidez con la se logre llegar al punto que se ha trazado dependerá de otras industrias también.
La tendencia es a cambiar el modelo de negocio a uno circular, donde se creen y se cumplan las regulaciones que miden el impacto ambiental para todos los actores de la industria de la moda sin distinción alguna y trabajar de forma colaborativa entre sociedad, agentes gubernamentales, sector privado, cadena textil completa (materias primas, producción, distribución y venta) y consumidor.
Esta industria creativa tiene el poder de influir sobre la decisión de compra de los consumidores. El potencial de comunicación y de cambio social que tiene la moda además de la gran responsabilidad que tiene en las emisiones mundiales de carbón hacen que su tránsito hacia la sostenibilidad sea indispensable y para ello es fundamental el trabajo colaborativo y la conciencia colectiva entre las industrias, la sociedad, el sector público y el privado.
Fuentes de investigación:
https://www.esterxicota.com/pulse-score-2018/
https://www.aa.com.tr/es/econom%C3%ADa/la-moda-a-paso-lento-hacia-una-industria-sostenible/1480084
CEPAL (Comisión Económica Para América Latina y el Caribe) https://repositorio.cepal.org/bitstream/handle/11362/37288/Metodolog%EDas_calculo_HC_AL.pdf?sequence=1