Escrito por: Noticias de Universo MOLA
Por Fiorella Benavides, Colaboradora Uruguay
Cada vez es más evidente que el sector privado debe jugar un rol activo en el consumo consciente para promover la sustentabilidad. Implantar una estrategia de sostenibilidad en cualquier tipo de empresa se ha demostrado que es rentable. Supone en la mayor parte de los casos ser consciente de la cantidad de recursos que se consumen y conocer aquellos puntos de la cadena de valor donde hay ineficiencias. En otros casos tiene una repercusión en el aumento de las ventas puesto que, hay una creciente comunidad de consumidores responsables. Estos consumidores tienen en cuenta dónde invierten su dinero y dónde contribuyen en sus decisiones de compra. Contar con una estrategia de sostenibilidad permite plantear soluciones las cuales repercuten en los ámbitos de la sostenibilidad, el ámbito social, económico y medioambiental.
En mi caso en particular, actualmente me encuentro trabajando en una empresa en Punta del Este en el sector de retail y desde que iniciamos el proyecto de la tienda se planteó que ante todo pensaríamos en propuestas sustentables que ayuden a disminuir la contaminación y a ser empáticos con el medio ambiente. Es de gran importancia impulsar este movimiento desde la identidad de tu empresa y los valores que deseas transmitir. El mundo cambió o mejor dicho está en proceso de cambio y hoy en día se trata de ver más allá que concretar una venta. El plus está en generar una comunidad que elija el espacio y que se identifique a través del mensaje que se quiere transmitir: el de comunidad y sustentabilidad. En nuestro caso, desde el vamos apoyamos la industria local apostando a crear y diseñar el lugar con escultores y diseñadores uruguayos. El paisajismo lo hizo una madre en conjunto con su hija, que se dedican a ello hace años y que fueron criadas en el pueblo. Por otro lado, el compromiso de la empresa está en utilizar packaging biodegradable o tote bags de tela que fomenten el reemplazo de la bolsa de plástico y que pueda reutilizarse para hacer las compras o para llevarla a la playa. Además, desde el vamos decidimos que todos los utensilios del complejo tendrían que ser biodegradables como los sorbetes, servilletas y todo lo que pueda llegar a generar mayor residuo.
Es necesario saber que no solo las personas, sino también las empresas y el sector industrial, son importantes consumidores y por ende, generadores de residuos. El impacto ambiental negativo que generan los residuos debería de motivar, tanto a las personas como a las empresas a buscar alternativas y a tener un consumo más responsable, así como un manejo adecuado de los desechos. El Objetivo número 12, de los Objetivos de Desarrollo Sostenible decretados por la ONU, pretende “garantizar modalidades de consumo y producción sostenibles”. Dentro de este, se creó la meta específica de “disminuir de manera sustancial la generación de desechos mediante políticas de prevención, reducción, reciclaje y reutilización”.
Para alcanzar estos objetivos es fundamental que los gobiernos generen un ambiente propicio que promueva el emprendimiento y el crecimiento de las empresas para que generen más y mejores empleos para su población.
Además, las empresas deben buscar llevar sus operaciones de manera sustentable, respetando siempre los derechos humanos, promoviendo la equidad de género a través del empoderamiento de las mujeres; respecto al medio ambiente y las comunidades donde operan, entre otros. Aún muchas empresas ven estos aspectos como costos adicionales o como trámites burocráticos para tener una certificación, sin embargo, cada vez se reconoce más la importancia de ser una empresa sustentable.
¿Cómo tener un consumo interno responsable?
Vale la pena que las empresas revisen cuál es su consumo en cada una de las áreas. No es necesario ser una gran industria que consume productos por toneladas, para preocuparse por hacerlo de forma responsable. Hasta los negocios más pequeños tienen algún tipo de consumo y de generación de residuos, e incluso en lo más mínimo se pueden implementar prácticas responsables. Ya sea por apertura de negocio, de sucursal o por renovación, si vas a comprar nuevos muebles de oficina: sillas, mesas, escritorios, lámparas, etc., procura que estos sean amigables con el medio ambiente, que provengan de comercio justo y/o de fuentes sustentables.
Por otro lado, si se trata de aparatos eléctricos, busca los que sean de bajo consumo de energía, si se trata de muebles de madera, aquellos que estén certificados y que garantizan que el producto tiene origen en bosques de manejo sustentable. El consumo de toda la papelería también puede ser responsable: lápices, hojas, cajas, marcadores, pegamentos y demás artículos de oficina que compres, puedes optar por los más responsables, que provengan de fuentes sustentables, sean eco friendly e incluso buscar los que estén hechos con productos reciclados y que sean reciclables. También los alimentos como el café o el azúcar, puedes elegir los que sean orgánicos y que garanticen el comercio justo.
La limpieza del lugar es otro factor importante. Al momento de comprar productos de limpieza para la oficina, las máquinas o el almacén, asegúrate de que sean amigables con el medio ambiente, ya que algunas marcas pueden contener químicos que al desecharse dañan y afectan el agua. Otra forma de ser responsable es motivar a los colaboradores a que sean sustentables con su consumo y residuos. A través de campañas de concientización, que les ofrezcan información básica pero precisa de los beneficios de contar con buenas prácticas de consumo y separación de sus propios desechos. Y en cada uno de los pisos o áreas puedes implementar botes para la separación adecuada de residuos. Al implementar estos consejos, tu empresa puede reducir de forma importante su impacto con el medio ambiente, mejorar su imagen por prácticas responsables al interior y reducir costos.
Es importante generar conciencia de la importancia que tienen las empresas para alcanzar la sostenibilidad. En un mundo cada vez más interconectado e interdependiente es fundamental tomar un enfoque en el que todos los sectores participen desde su rol para promover soluciones más duraderas e integrales que verdaderamente difundan este movimiento. Para ello, el sector privado debe tomar la iniciativa en adquirir un rol más activo en este sentido.