Por Luisa Bedoya, Universo MOLA. / Imagen portada: Achará
«La única manera de ser dignos habitantes de este planeta, es tomar consciencia en que respetar su biodiversidad, ¡es respetarnos!
Si no cuidamos nuestro cuerpo, ¿Dónde vamos a vivir?» – Achará.
Como ya sabemos, la moda es muy contaminante para nuestro planeta. Sin embargo, en nuestras manos está devolverle al planeta todo lo que le hemos quitado. Tomar acción ahora nos lleva a sacrificar beneficios a corto plazo para obtener muchos más a largo plazo.
“La sostenibilidad en moda busca encontrar un equilibrio entre lo que producimos, lo que consumimos y la naturaleza. Es decir, no usar más recursos de los que disponemos, no contaminar con tóxicos el agua, la tierra y el aire, etc., teniendo en cuenta los recursos que disponemos hoy y las necesidades de las generaciones futuras”, explica Gema Gómez, experta en moda y fundadora de Slow Fashion Next.
A continuación presentaremos una serie de datos curiosos sobre cómo la moda sostenible ayuda al medio ambiente
- Es importante saber que al reducir la rotación de las prendas y mejorando la calidad de las mismas, se reducirán de manera proporcional los daños al medio ambiente. Es preferible una camiseta de algodón orgánico de 25€ que dure 5 años que una camiseta de poliéster de 5€ que dure 1 año. Ya que hacer una simple camiseta de algodón convencional consume 2.700 litros de agua. Suficiente para que una persona beba 2 años y medio. El problema es que la duración media de las camisetas convencionales son 5 usos, mientras la misma camiseta de algodón orgánico puede durar hasta 50 usos. Lo que supone un ahorro de 24.300 litros de agua gracias a la slow fashion.
- La fibra de bambú puede usarse para hacer diversas prendas como los calcetines, camisetas e incluso camisas. La fibra es resistente, aislante y sobretodo muy suave. A su vez se cultiva sin pesticidas y no necesita mucha agua para su cultivo, y es muy duradero.
- El cáñamo es usado para la realización de bolsos y camisetas principalmente. Sus propiedades más destacadas son resistencia térmica y absorción de la humedad. Adicional el cáñamo no necesita riego, por lo que se evita un gran consumo de agua y no se usan químicos para su cultivo.
- Generalmente, el 90% del grano de café es desperdiciado, sin embargo la moda sostenible usa tres tazas de café molido y cinco botellas de plástico recicladas que tienen la capacidad de producir una camiseta en la fibra S.Cafe. Actualmente este material cuenta con más de 110 clientes Patagonia, Timberland, American Eagle y Victoria´s Secret. Cabe destacar que este material seca rapido y resiste a los rayos UV.
- El exceso de estiércol de vaca se ha convertido en un problema para varios países europeos. Mientras para otros esto se convirtió en un modo de contribuir a la economía circular. Un ejemplo de ello es la diseñadora holandesa Jalila Essaïdi quien propuso que la industria fuera más circular utilizando el estiércol del ganado para producir fibras bioplásticas y sostenibles, un método conocido como Mestic. El estiércol de estas vacas está compuesto por un 35% de celulosa, por lo que con las cantidades globales de exceso de estiércol, habría suficiente celulosa para satisfacer la demanda de fibras y reemplazar el algodón, que actualmente es el cultivo con la mayor huella de carbono en el mercado.
- Según un reciente informe of ONU Medio Ambiente, en el que han participado un grupo de científicos independientes, una economía circular podría reducir entre un 80 y un 99% los desechos industriales en algunos sectores y entre un 79 y un 99% de sus emisiones.
Es por ello que te invitamos a unirte a la moda de los que buscan reducir el impacto de la industria textil y revolucionar la moda del siglo XXI.