Escrito por: Noticias de Universo MOLA
By Lina Bermeo, Directora Creativa TARPUI. Costurera de la memoria.
“Pachakutik” de la lengua Inga que significa “poner en orden el caos” “cuando se teje o se talla se equilibra el cuerpo y el espíritu, se produce entonces una acción transformadora que pone en orden el pensamiento” Esto han hecho entonces Madres, esposas, hijas, hermanas, amigas, parejas, confidentes, víctimas de violencia de diversa índole en Colombia.
Ahora gestoras de paz, con incidencia política, pedagogas de la memoria, denunciantes con ahínco. Ellas han puesto en orden el caos y se han dado a la tarea desde hace 5 años en liderar el costurero de la memoria, kilómetros de vida y memoria, donde a través de los hilos, las puntadas, los retazos y las historias construyen PAZ.
Una iniciativa de varias organizaciones de derechos humanos que en principio se pensaba como espacio de resiliencia para diversas víctimas del conflicto en Colombia, convirtió el tejido en herramienta de un poderoso colectivo de mujeres valientes, de aguja empuñada y de manos firmes para bordar, contar y tejer sobre lienzos sus palabras recias ante la impunidad, el olvido. Como resultado unos telares donde cuentan sus hechos victimizan tes pero más allá, plasman una memoria colectiva como legado para hacer pedagogía en espacios académicos, civiles, gubernamentales y sociales con la finalidad de que se conozca la verdad, la sociedad se apropie de lo que ha dejado la guerra pero sobre todo se inicien procesos de paz y de no repetición, es ese el principal objetivo que las sigue reuniendo después de años de trabajo, no solo aprovechar el contexto político de paz si no construirla en conjunto.
Este año en el marco de la semana por la paz iniciaron un proyecto que representa a los líderes y lideresas sociales asesinados en lo corrido del 2018, es un árbol que mide más de 8 metros de largo, su follaje está bordado hoja a hoja cada una con el nombre de las personas asesinadas, representa las semillas que han dejado en sus comunidades , pero también la impunidad, la indiferencia y la resistencia, el árbol ha estado en diferentes universidades y espacios privados y públicos y se pretende quede terminado para el 10 de diciembre día de los derechos humanos donde va a ser expuesto en la nueva jurisdicción especial para la paz en un evento conmemorativo.
Por otro lado el costurero de la memoria está preparando una iniciativa que enlaza la costura, con la memoria y la moda sostenible, si bien han usado sus retazos para hacer telares quieren ahora llevar a las prendas que cuentan historias toda su trayectoria para generar en otros contextos su incidencia de paz y lograr de esta forma un sostenimiento económico para el costurero.
Las costureras ya han hilado, urdido, tejido, ya han deconstruido, construido y reconstruido su dolo y lo han convertido en un gran movimiento con narrativas muy sentidas, que permiten en su hacer bello y laborioso dar a conocer de manera gráfica y artística, unas memorias individuales y colectivas que sin duda alguna fortalecen los procesos de paz que se erigen desde diferentes formas de resistencia en nuestro país.
El Costurero De La Memoria ahora enfrenta un reto y es el de hacer sostenible lo que han cimentado, están abiertas a nuevas posibilidades que les permitan desarrollar de manera tranquila en cuestión de recursos, todos los proyectos de pedagogía que desean llevar a cabo, es una invitación entonces a organizaciones, colectivos, academia y a la sociedad civil, entablar un dialogo con el costurero y aportar de manera significativa enlaces que les permitan preservar este legado de memoria histórica para futuras generaciones y que como es su consigna se conozcan los procesos, se llegue a la verdad y no haya repetición.