Por Sheyla Madera/ Creadora digital y colaboradora de Universo MOLA
Para hablar de discriminación lo primero sería estar claros en qué significa este término. La discriminación es “el trato diferente y perjudicial que se da a una persona por pertenecer o ser percibidos como que pertenecen a un grupo en particular”. En la industria de la moda sigue siendo muy común la discriminación y la sub-representación. Una encuesta realizada por T&F APPG en el Reino Unido revela que un 90% de los encuestados dice que las imágenes en la industria de la moda no reflejan un espectro real de los diferentes cuerpos e identidades, mientras que 87.5% dicen que no se sienten representados en la campañas publicitarias, sesiones fotográficas y pasarelas de la industria.
Toma un momento para pensar en las últimas imágenes que has visto en tu ciudad, en revistas o en redes sociales… ¿puedes decir que te ves en esas modelos? ¿Puedes ver nuestra herencia latinoamericana de indígenas y raíces africanas? ¿Puedes ver nuestra fisonomía particular representada aún en las marcas locales? En mi caso particular en Rep. Dominicana en los últimos años he visto esfuerzos por introducir más diversidad racial pero aún veo poca diversidad en cuanto a la inclusión de tallas especialmente en la alta costura.
Así como las empresas han ido abriendo los ojos ante las demandas del consumidor en temas medio ambientales y de ética laboral así mismo deberán entender que el consumidor quiere verse reflejado en la imagen de la marca. La misma encuesta antes mencionada nos dice que el 90.5% de los encuestados se sentían motivados a comprar de marcas de moda con una buena reputación de inclusividad, mientras que el 83.7% dice que una reputación de no inclusividad impacta su decisión de compra.
Se ha avanzado mucho, movimientos de justicia racial, de positivismo corporal y aceptación han hecho mucho para avanzar la causa de la inclusión. Para las empresas lo importante es tener cambios reales en su visión y misión y no hacer cambios superficiales y performativos solo para montarse en la ola. No podemos hacer un greenwashing de la discriminación. No es solamente poner modelos diversas en las campañas, sino que realmente se diseñe pensando en todos los cuerpos, que las marcas tengan una gama de tallas amplia y que cada día haya más piezas para las personas con movilidad reducida.
La no discriminación en la industria de la moda debe comenzar en la mentalidad de cada uno de sus actores.