Por Aida Raddi Corbari.

Vestirnos es algo que es como le contamos a las otras con las que convivimos en la sociedad, quienes y como somos. Y a veces, quienes quisiéramos ser. Pero en este artículo nos vamos a centrar en los primeros, mostrar quienes somos. Latinoamérica es una parte del mundo muy diversa, pero con muchas similitudes.

Estas diferencias y similitudes están dadas por los diferentes pueblos originarios que viven en nuestro territorio y que vienen habitando hace más de 500 años. Es muy común encontrar similitudes en los diseños de varios países de la región, por ejemplo las molas se pueden encontrar tanto en Panamá como en Colombia. Y esto se da porque las comunidades en ese momento se movían y se asentaban por regiones, no había países como los conocemos hoy.

Cada uno de estos pueblos utilizaba bordados o técnicas distintas de tejidos y estos diseños tenían un simbolismo que daba cuenta de cómo era su vida cotidiana. Y también tenían la función de identificar el estatus del individuo dentro de la comunidad de la cual forma parte. Cosa que sigue vigente hasta el día de hoy, y lo vemos reflejado en las tendencias.

En la región se viene trabajando desde hace décadas para construir una industria de la moda fuerte. Actualmente en los países donde hay una industria de la moda más formada son Colombia, México y Brasil. Y los sectores económicos y políticos de los diferentes países de la región están empezando a comprender que es importante contar con una industria textil fuerte y que promueva otras formas de producir.

También ayudó que el sector académico creciera, hace un poco menos de 40 años no existían en Latinoamérica instituciones formales para poder estudiar y pensar la industria de la moda, y hoy contamos con varias universidades a lo largo y ancho de la región.

Y esto es importante, porque tener espacios para pensarnos desde y para Latinoamérica, y nos da un piso más fuerte para poder plantarnos y poder decir ‘esto somos’. Y esto impacta en el mundo del arte y el diseño, actualmente muchos diseñadores de la región están diseñando en base a patrones de moda occidentales pero con una influencia visiblemente latinoamericanas. Puede ser por los colores, los materiales, la iconografía o las técnicas utilizadas. Y muchos de ellos trabajan directamente con artesanos y artesanas de pueblos originarios que les confeccionan las prendas.

Ayni Universe, Perú

Juan de la Paz, Bolivia

Y si estas marcas existen y son cada vez más es porque existe un público que las consume. Porque el consumo configura un sentido de pertenencia, sobre todo en un mundo globalizado y en donde estamos todo el tiempo subiendo cosas a redes sobre quienes y como somos.

Y, como dije en el primer párrafo, la moda es una expresión cultural. Por tanto es importante que existan diseñadores que valoren las técnicas ancestrales y que puedan fusionarlas con técnicas más modernas para poder acercarlas a la mayor cantidad de personas y a las nuevas generaciones. Para que estas puedan utilizarlas y sentirse identificadas mostrando con orgullo quienes son y cómo son.