¿CÓMO LOS ÁNGELES SE CONVIRTIÓ EN LA CAPITAL DE LA MODA SOSTENIBLE? ¿POR QUÉ LA CIUDAD ATRAE A TANTOS DISEÑADORES CON CONCIENCIA ECOLÓGICA?
No fue hace tanto tiempo cuando la palabra sustentabilidad vino con un estigma adjunto, tocando una cuerda de desdén en muchos, pero especialmente entre la élite de la moda. Abrazado por un segmento pequeño, aunque muy virtuoso, de la población, este mundo de la moda sostenible comenzó a prosperar.
Ahora, pasar por alto la sostenibilidad se equipara con una moral cuestionable o una perspectiva fuera de tiempo. Y esta urgencia de ejercer un estilo de vida más consciente solo se ve agravada por la avalancha de efectos secundarios catastróficos casi diarios del cambio climático (desastres naturales y patrones climáticos impredecibles). Por lo tanto, tiene sentido que la sostenibilidad sea una prioridad entre las marcas emergentes y, curiosamente, el hilo común entre estas etiquetas nacidas bien es que todas comparten el mismo lugar de origen: Los Ángeles.
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En el centro de todo, la razón por la que Los Ángeles ha atraído a diseñadores conscientes del medio ambiente es, en parte, su proximidad a la naturaleza.
Los Ángeles tiene una atmósfera única, montañas, playas y desiertos; se preocupan por la Tierra porque pasan mucho tiempo al aire libre y sienten una conexión con nuestro planeta.
Y, naturalmente, esta protección del medio ambiente ha influido en lo que los angelinos compran, consumen y apoyan, desde los productos orgánicos comprados en el mercado agrícola local hasta los productos de belleza natural que se aplican a las fibras que se usan.
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Y la demanda está ahí: en una encuesta realizada por MakerSights, un proveedor de software de desarrollo de productos para marcas de consumo, se encontró que el 73 % de los compradores prefieren comprar productos de marcas ecológicas.
Con la reacción violenta contra la moda rápida, las noticias sobre una guerra comercial inminente, el surgimiento de una generación que valora la transparencia y los objetivos impulsados por una misión (y está dispuesta a pagar más por ello), esta idea de productos fabricados localmente (léase: menos huella de carbono ) nunca ha sonado tan atractivo. Esta nueva era de la moda, una que es reflexiva y consciente, está aquí.
