By: Camila Rua/ Translated by: Leidy Rachen

 

La sostenibilidad de los textiles y materiales que se utilizan en la industria de la moda no depende únicamente de su origen, ya sea natural o derivado del petróleo (plástico). Por eso, cada día se buscan nuevas tecnologías y materiales como alternativas a los textiles ya existentes. Sin embargo, ¿qué ocurre cuando un material no se comporta como otros materiales preexistentes?

 

En los últimos años los materiales que podrían reemplazar el cuero, como Desserto, han tenido un mayor auge. Este tipo de materiales son biobasados, ya que tienen un componente vivo, como la fibra del nopal, y están complementados con subproductos del petróleo, como el poliuretano (PUR). La mezcla de ambos componentes dificulta que el producto final pueda reintegrarse al medio ambiente y continuar su ciclo de vida correspondiente, tal como lo evidenció la investigación del artículo Material Circular Bioeconomy: Disintegration and Biodegradability of Leather and Trendy Alternatives.

 

La búsqueda de materiales biodegradables y compostables ha impulsado la investigación de biomateriales realizados a partir de plantas, residuos de frutas o microorganismos. Sin embargo, el carácter experimental de estos materiales implica que aún tienen problemáticas por resolver, como la producción, la resistencia y la durabilidad de los mismos.

 

Respecto a la primera problemática, la producción, actualmente la mayoría de los biomateriales se elaboran de manera artesanal o a pequeña escala, debido a la falta de tecnificación en la industria. Por eso, Luisa Pinzón, fundadora de la marca Pinsón, afirma: «Una de las limitaciones que pueden tener a veces los biomateriales es su proceso, pues hasta el momento no está tan tecnificado y es más artesanal, obviamente la mano de obra va a ser más cara. Lo primero que uno piensa es enfocarse más en el mercado de lujo porque tiene un desarrollo en el que hay un montón de horas, tiempo, etc, pero la idea en general es que las soluciones se escalen un poco más industrialmente o se industrialicen para poder bajar un poquito el costo y que más personas puedan acceder a los biomateriales o los artículos hechos con biomateriales”.

 

La resistencia y la durabilidad son otros inconvenientes de algunos biomateriales, ya que, al estar compuestos principalmente por elementos vivos, tienen un ciclo de vida más corto. Los biomateriales no son simplemente objetos: hubo o hay vida en ellos, y se busca respetar esa característica para que sean compostables. Por eso, no pueden tener las mismas propiedades que otros textiles sintéticos o naturales procesados.

 

En varias ocasiones, estos inconvenientes se intentan resolver mezclándolos con otros componentes, como los derivados del petróleo mencionados al inicio. Sin embargo, esto genera nuevas problemáticas en la separación de residuos.

 

Entonces, ¿cómo superar los inconvenientes de una prenda o pieza que solo puede durar poco tiempo? ¿Acaso no implicaría continuar con un consumo de «usar y tirar»? La respuesta, como en todos los aspectos de la sostenibilidad, es: depende. Depende de los métodos de producción, los materiales, etc. Pero, en realidad, implicaría pensar en modelos de producción y consumo diferentes a los actuales.

 

Hoy en día, son pocos los objetos, prendas y piezas que puedan durar toda una vida, debido al consumismo y a la cultura de lo desechable. Aun así, se busca alargar la vida útil de los artículos, muchas veces sin respetar los ciclos naturales de los materiales con componentes orgánicos.

 

Al alejarse de esas formas de producción y consumo, y al crear con respeto hacia los ciclos naturales, Luisa Pinzón produce piezas que pueden utilizarse una sola vez, ya que después de su uso inician su proceso de degradación. Para ella, la poca durabilidad no es un problema, sino una oportunidad para darles un nuevo significado: “En eventos muy específicos, por ejemplo las alfombras rojas, las artistas utilizan vestidos que usualmente no se vuelven a usar, qué chévere sería poder utilizar este concepto de vestirse una sola vez y que el vestido se desintegre. Entonces para que la gente entienda un poco el ciclo del material y cómo podemos jugar también con todos estos materiales que tenemos alrededor y darle un sentido y un significado, una prenda que vestiste y con la que fuiste muy feliz la devuelves a la tierra”. 

 

Estas ideas nos llevan a cuestionar cómo hemos construido el mundo. Significa cambiar nuestra forma de pensar, producir y consumir. Quizás necesitamos que las cosas duren menos para que el planeta dure más.