Por Natalie Cederbaum

 

Oriundas de la ciudad de Rosario, Argentina, investigadoras de la Start-Up “Mycorium Biotech”, se han destacado gracias a su proyecto basado en la creación de un biomaterial hecho a partir de Micelio, el tejido vegetativo de los hongos. 


Adriana Clementz, Diana Romanini y Camila Ponce De León, investigadoras de Mycorium Biotech.
Imagen tomada de la web de La Capital.

En búsqueda de una alternativa al cuero, María Rocío Meini, Laureana Guerra, Diana Romanini, Camila Ponce De Leon, Adriana Clementz, Natasha Melnichuk y Dana Piazza, llevan a cabo un meticuloso proceso de investigación y desarrollo. En una primera instancia, se recolectan residuos de la agroindustria, como el orujo de uva y el bagazo de cerveza. Una vez obtenidos, estos desechos se fermentan y le proporcionan al hongo nutrientes necesarios para transformarlos en un biomaterial. Luego de 10 días, el hongo es cosechado y, para finalizar, pasa por una fase de plastificación que mejora su resistencia y longevidad.

 


Piezas del laboratorio de Mycorium Biotech.
Imagen tomada del Instagram de la Start-Up.

«Para que el hongo se desarrolle y forme este material que puede reemplazar el cuero se lo «alimenta» de residuos de la agroindustria. Es decir, no sólo se logra un biomaterial sino que también se reutiliza un desecho que, de lo contrario, estaría contaminando el ambiente», declaró Adriana Clementz, una de las responsables de Mycorium Biotech. 

 

El material resultante presenta notables similitudes en cuanto a color, textura y consistencia con el cuero, convirtiéndose así en la materia prima ideal para la fabricación de una amplia variedad de productos. Entre ellos se incluyen carteras, cinturones, billeteras, prendas de vestir, calzado, estuches para anteojos y teléfonos celulares, e incluso se considera posible utilizarlo en la elaboración de asientos de automóviles.

Materiales utilizados en el proceso de investigación y desarrollo.
Imagen tomada de la web de Mycorium Biotech

Cabe resaltar que investigaciones vanguardistas como estas, demuestran que es posible un mundo más ético y responsable. La innovación de materiales se presenta como un elemento crucial en la moda sostenible. Este enfoque no sólo redefine la producción de artículos de uso diario, sino que también ampara la integridad de los animales. La alternativa propuesta, permite la reutilización de residuos y al ser biodegradable puede ser compostada a diferencia del ecocuero comercial. Asimismo, abre la puerta a la reducción significativa de la huella de carbono en el proceso de producción y consumo.