Escrito por: Noticias de Universo MOLA
Por Fedra Mauri Voz del #UniversoMOLA Argentina
Comienza una nueva temporada y empezamos que esa idea de qué no tenemos que ponernos, como si el invierno pasado hubiéramos hibernando los tres meses.
Sin duda lo primero que debemos hacer es conectar con esa necesidad y una de las formas más efectivas es el orden. Si no estamos acostumbradxs al orden a veces suele incomodarnos, es tedioso y el «no tengo tiempo» nos domina y corremos tras una compra compulsiva, con una sensación de gratificación inmediata; pero debo decirles que es tan inmediata como poco duradera.
Por lo que te propongo que tomes coraje y te adentres en ese ropero, pero ya que decidiste hacerlo te propongo que lo hagas al estilo Sex and The City: pon la música en alto, y porqué no, con una copa de vino y te lo tomes como la experiencia de ir de compras a tú propio armario.
Por lo que mi PRIMER PASO al estilo Marie Kondo, es respirar y agradecer por ese armario con prendas (realmente somos muy afortunadxs de contar con él). Y ya con la música en alto sacamos todas las prendas y las colocamos sobre la cama. Una vez con todas las prendas ahí, la sensación que viene es, “¿en qué momento se me ocurrió hacer esto?, ¡podría estar viendo una serie o haber ido por esa camisa y ya!”; pero prometo que el resultado es bueno.
SEGUNDO PASO que a mi me sirve mucho es hacer pilas por FUNCIONALIDAD, preguntar para qué uso dicha prenda: hacer deporte – ir a trabajar – tiempo de esparcimiento (acá recomendamos una pila por actividad: salidas diurnas/nocturnas – deporte) – dormir. Esto nos permite no sólo ordenar, sino tomar consciencia con ese uso que le damos a la prenda. Seguro les ha pasado ir caminando, ver la remera básica negra de esta temporada (que al ser básica es idéntica a la del año pasado) pero como lo usamos mucho se conectan con esa necesidad que creemos tener y la compran; luego tienen 5 remeras básicas divinas negras y les sigue faltando la remera para salir a tomar algo. Esto les pasó por no haber conectado con su armario y no saber la necesidad real que tenemos.
TERCER PASO – y este a mi parecer es el más dificil -: el sí o no. Agarramos una de las pilas (es decir una funcionalidad, ej la ropa que uso para trabajar) y acá nos preguntamos: 1) ¿la usé el último año? estas prendas deberían tener una amplia rotación, suponemos que es la que más usamos, por lo que si ya no la usamos en el último año, la pregunta que sigue es 2) ¿por qué? Y acá yo sí subo la música, porque a veces los porqué no nos gustan, pueden ir desde: «no me entran más», «me lo regalo tal y me traer tal recuerdo» o simplemente «porque de blanca está amarilla». Así que ahí, decidimos si la vamos a volver a usar o la #soltamos.
Una vez que chequeamos esa pila, entra al armario y ordena de la forma que te sea cómodo su búsqueda. Si en este caso la pila es aquella a la que más vamos a recurrir, recomendamos ponerla adelante de todo. Esto dependerá del espacio que tengas y de las preferencias, hay quienes les guste tener todo colgado o quienes tienen para guardar todo en cajones.
Y así con cada una de las pilas de funcionalidad. Si vemos que nos falta algo, podemos hacer una listita con ello, para la próxima vez que salgamos compremos realmente lo que necesitemos. Más adelante vuelvo a este punto de compra.
CUARTO PASO, ya con lo que usamos adentro del armario viene la segunda gran parte, como otro capítulo, qué hacemos con todo lo que quedo afuera y qué fin vamos a darle a ello. No es cuestión de meter todo adentro de una bolsa y ya.
Hay prendas que nos encantan que no la usamos porque tiene alguna parte dañada, o se destiñó en algún lugar, o la tela nos encanta pero el modelo «pasó de moda», o porque dejó de entrarnos, o no nos calza bien… es decir son prendas que nos encantaría seguir usando pero por x razón así como están no podemos usarlas. Sí nos damos un poco de maña podemos buscar algún video en youtube y modificarla nosotros mismos, y si no, podemos buscar la idea y llevarlo a algunx modistx que lo realice. En Buenos Aires contamos con la Diseñadora Lucila Dellacasa of Reinventando prendas que además de tomar dichos trabajos, puede darte mil ideas, en su sector “Reinventando tú Ropero”.
Hay otras prendas, que están impecables pero no nos gustan, o nos recuerda a alguién y por alguna razón tampoco queremos volver a usar: ejemplo tiene flores y no nos gustan vestir flores; es decir más allá del resto no las vamos a usar. Acá hoy tenemos miles de formas: venderla, donarla y hasta realizar una fiesta. Exacto, podemos convencer a nuestro grupo de amigas de hacer semana de #orden y luego el sábado organizamos una fiesta, llamadas «Swap Parties». También en internet hay mil ideas para que sea un éxito… ¿Quién dijo que soltar debe ser triste o aburrido?
Y cuando la prenda está en malas condiciones en general, aún tenemos opciones: antes que tirar, debemos ser conscientes de ellos. Hay quienes también realizan nuevas telas con los tejidos, mediante técnicas de tejido por ejemplo Telare medante la técnica del telar realiza nuevos lienzos, otros algunos la famosa totora y por ejemplo realizan alfombras.
Te recuerdo algunos datos que leímos en nuestro artículo “EL NEGOCIO A TRAVÉS DE LOS RESIDUOS Y DE LOS RESIDUOS TEXTILES” por la Voz MOLA por Cintia Figueredo: “En un relleno sanitario, un trozo de tela de algodón puede tardar entre 6 meses a 5 años en descomponerse y si la prenda es de poliéster más de 200 años. Cuando este material empieza a descomponerse, algo similar sucede con sus polímeros y tintes, que contaminan el suelo y las fuentes hídricas. La indumentaria que se entierra en un depósito abarca un gran volumen del mismo.”
Como vemos toda acción que tomemos tiene un impacto y lo interesante es conocer para hacerlo de una forma consciente.
En una próxima nota abordaremos cómo comprar en forma consciente.