Por Natalie Cederbaum

 

Continuando con la euforia de las semanas de la moda, llegó el turno de Fashion Week Madrid. Desde el 12 al 17 de septiembre, con el respaldo de Mercedes-Benz, se celebró el evento de moda española más importante del año. Si bien grandes marcas presentaron sus nuevas colecciones, hubo cuatro que dejaron huella de la mano de la sostenibilidad. 

 

La marca vasca SKFK inauguró los “Desfiles en la Ciudad” con una propuesta puramente ambiental en el barrio de Salamanca. Maia Curutchet, Directora Creativa, presentó “Kimua”, una colección abanderada de sostenibilidad y slow fashion. Homenajeando a la naturaleza y la resiliencia, SKFK propone prendas creativas con fibras 100% sostenibles y una invitación a reflexionar sobre el equilibrio entre la vida y sus procesos, poniendo un freno a la inmediatez. Con el fin de demostrar que es posible revertir los impactos negativos en la industria textil, las modelos cerraron el desfile con prendas zero waste que expresaban mensajes en pro de una moda más consciente. 

 

Por otra parte, simultáneamente, SKFK organizó una mesa de debate para explorar por un lado, la creciente problemática sobre el consumismo desenfrenado y el fast fashion y por el otro, la moda sostenible que atrae consumidores cada vez más conscientes de sus elecciones. 

Pasada del desfile de SKFK.                

Imagen tomada de Ifema Madrid. 

Para finalizar el primer día, Maison Mesa, propuso en la Plaza de Colón, su línea “The Things That Dreams Are Made Of”, basada en la canción de The Human League. “Continuando con nuestra filosofía, pensamos que la mejor manera de vivir la vida es tomando el control de uno mismo, persiguiendo tus sueños sin desistir un solo segundo”, explica Mesa. Sobre la pasarela destacaron siluetas fluidas de corte limpio y sencillo confeccionadas a partir de materiales como el algodón de popelín y punto completamente reciclado. 


Diseño de Maison Mesa.                

  Imagen tomada de Ifema Madrid. 

 

Durante la segunda jornada, María Lafuente, diseñadora y referente de la moda sostenible, cautivó al público, en el Comité Olímpico Español, con su colección Kokoro, un resultado basado en la naturaleza. La propuesta se caracterizó por la incorporación del corcho, un elemento completamente orgánico utilizado en prendas de gran volumen y diferentes accesorios. Además, se confeccionaron productos con materiales como el tencel certificado, lentejuelas y neumáticos reciclados. 

Diseño de María Lafuente.                

          Imagen tomada de Ifema Madrid.

Los ”Desfiles del Pabellón” en Ifema Madrid no se quedaron detrás. La diseñadora Aurelia Gil, abrió las puertas del día sábado con su línea “Tiempo”, un proyecto inspirado en su pasión por las flores y la obra “La persistencia de la memoria” de Salvador Dalí. 

Las siluetas relajadas, los pañuelos estampados, las texturas y la paleta cromática reflejaron claramente su fuente de inspiración. “Tiempo” se compone de artesanías, calado canario, crochet de propia hilatura, tintado eco y artesanal a partir de flores, cochinilla y fibras vegetales. “Insistimos un año más en la sostenibilidad como principio básico de nuestra firma. 100% producción propia y bajo demanda sin generar stock. Uso de tejidos reciclados, eliminación de las fornituras innecesarias, trabajo de upcycling y todos nuestros proveedores son nacionales y/o de cercanía”, cuenta Gil.  

Diseño de Aurelia Gil.                

          Imagen tomada de Ifema Madrid.

El cierre de la semana estuvo a cargo de Dominika Kozáková con una propuesta influenciada por referencias históricas, la pomposidad barroca, la flora y la fauna. Sus diseños se definen “de cuento de hadas” y están confeccionados con materiales de desecho de almacenes y showrooms y telas elásticas con estampas pintadas a mano, entre otros. Los productos se realizan localmente en Eslovaquia o República Checa con la intención de crear colecciones cápsula.

  Domenika Kozáková.                

          Imagen tomada de Ifema Madrid.

 

La moda está evolucionando y es evidente el creciente compromiso de la industria. La consciencia sobre la sostenibilidad se está transformando positivamente y la responsabilidad no solo se traduce en prendas de moda, sino también refleja una comunidad global que valorala importancia de un futuro mejor y más sostenible.