Por: Nicole Alejandra Benavides 

América Latina ha alcanzado un lugar destacado en la industria global del calzado, situándose como la segunda región productora del mundo fuera de Asia. En 2023, la región produjo más de 1,600 millones de pares de zapatos, lo que representa el 7% de la producción mundial. Este logro se debe a la creciente integración entre las industrias del sector en la región, un tema que fue central en el reciente Foro Latinoamericano del Calzado, celebrado en Colombia.

Brasil es el principal productor de la región, generando cerca de 900 millones de pares anuales, lo que lo sitúa como el cuarto mayor productor mundial después de China, India y Vietnam. 

Lo que hace especial a la industria brasileña es que tiene más de 50 años de experiencia en exportaciones y cuenta con características distintivas como: acceso a materias primas de calidad, tecnología de producción moderna, mano de obra especializada, entre otros.

Además, la industria brasileña cuenta con el programa Origem Sustentável. Presentado por el director de proyectos de Abicalçados, Cristian Schlindwein, este programa cuenta con la única certificación ESG y sostenibilidad del mundo dirigida a empresas de la cadena del calzado. Actualmente, alrededor de 100 empresas de la región cuentan con esta certificación. 

“Tenemos un sector sostenible, con todas las condiciones para ser referente internacional en la producción de calzado ecológicamente correcto y producido respetando los derechos humanos. Todo ello, además de su relevancia ambiental y social, puede mejorar la competitividad, especialmente frente al calzado asiático.” Mencionó Schlindwein para el portal Pinker Moda. 

México, por su parte, contribuye significativamente con más de 245 millones de pares al año. Sin embargo, a pesar de su significativa producción, la industria del calzado azteca está atravesando una notable crisis con el cierre de más de 150 empresas fabricantes en lo que va del 2024, según datos de la Cámara de la Industria del Calzado del Estado de Guanajuato (CICEG). Esta situación ha provocado la pérdida de aproximadamente 10.000 empleos directos y ha generado una caída del 30% en las ventas del calzado nacional.

Actualmente, más del 40% de lo que se consume en México es importado, afirmó el presidente de la Cámara Nacional de la Industria del Calzado de México (CANAICAL), Mauricio Battaglia, durante la celebración de la última edición del Foro Latinoamericano del Calzado. 

Lo anterior demuestra cómo el mercado del calzado en América Latina sigue dependiendo en gran medida de las importaciones, especialmente provenientes de Asia. En 2023, las importaciones de calzado alcanzaron los 7 mil millones de dólares, y la región registró un déficit comercial del 3.6%. Las importaciones de Asia representan el 85% del total, subrayando la dependencia del bloque latinoamericano en productos extranjeros. 

Los bajos precios y la producción acelerada son los factores determinantes frente a la competencia con el gigante asiático. No obstante, hay un espacio considerable para el crecimiento dentro de la región. Con la recuperación económica internacional, impulsada principalmente por Estados Unidos, el principal destino del calzado latinoamericano, se espera una mejora en las exportaciones a partir de la segunda mitad del año. Esta tendencia podría ayudar a reducir la dependencia de importaciones asiáticas, fortaleciendo aún más la industria local.

El éxito de América Latina en la industria del calzado no solo se basa en el volumen de producción, sino también en la adopción de prácticas sostenibles. En respuesta a la creciente demanda de consumidores conscientes, muchos fabricantes en la región han integrado materiales reciclados y procesos de producción más ecológicos. Este enfoque no solo mejora la reputación de las marcas latinoamericanas, sino que también abre nuevas oportunidades en mercados internacionales donde la sostenibilidad es un valor clave.

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Fuentes: