Escrito por: Noticias de Universo MOLA

Por Aida Raddi, Colaboradora Argentina / Imagen portada: Unsplash

Algo sobre mi, me gusta mucho la moda pero me es muy difícil vestirme como quisiera ya que hay pocas marcas que hacen talles grandes. Sé que esto no me pasa solo a mi, porque la falta de representación de diferentes cuerpos, colores de piel e identidades es un problema que atraviesa toda la industria de la moda. Sin embargo, y por suerte, eso está empezando a cambiar. 

Como ejemplo voy a tomar el caso de Archetype, una marca de lencería argentina que tiene un recorrido super interesante. Cuando comenzó, la diseñadora, Agustina, hacía todo en su casa y su familia la ayudaba. En ese período, los talles que hacía eran los estándares: S, M y L. Con el tiempo, empezó a notar que sus clientas le compraban los talles más grandes y empezó a hacer prendas a pedido, las clientas le decían el modelo que querían y les mandaban sus medidas. Ahí confirmó que había un gran grupo de mujeres que eran talles XL o más grandes, que querían usar lencería pero que no encontraban dónde comprarla, entonces, decidió apostar y comenzar a incluir a este grupo de mujeres para que ellas también puedan sentirse sensuales. Hablando con ella me contó que considera que hacer talles es político, no hacer talles también lo es. Algo tan básico y que todxs necesitamos, como es la ropa, le es negado a muchas personas porque sus cuerpos no entran en los estándares de la hegemonía. Decirle a una persona ‘vos también podés ser parte’ es político. Decirle a una persona ‘vos no podés usar mi marca porque no entrás’ además de violento, es político.”

Con esa idea en mente, quiso empezar a incluir a más personas. Fue en ese entonces cuando le envió un conjunto suyo a la activista trans Louis Yupanqui para que lo promocione, pero ella le comentó que esas prendas le quedaban un poco incómodas, por el tipo de patronaje que no estaba diseñado para su cuerpo. Agustina se disculpó por no haberlo tenido en cuenta y le pidió que le explicara más al respecto porque quizás podrían hacer un tipo de ropa interior que le quedara cómoda. Entonces, de manera muy fluida y casi sin darse cuenta, empezaron a trabajar juntas en una nueva etapa de la marca. Louis me contó que todo fue prueba y error, ya que no existían patrones o teoría de cómo hacer este tipo de ropa interior para su cuerpo, entonces probaron diferentes estilos de tela y distintos moldes hasta que dieron con el modelo indicado. También expresó que ellas nunca buscaron ser las pioneras ni las únicas en hacer este producto, sino que esperan que otras marcas se copien y hagan otros modelos, así le pueden dar a las personas trans la posibilidad de tener opciones para elegir cual usar. A su vez, considera que tener variedad para elegir es super necesario “porque la ropa tiene una huella social muy importante. A la gente le genera euforia tener ropa nueva y le incomoda usar ropa con la que no se siente identificada, entonces, es importante que la moda pueda ser cada vez más inclusiva y que abrace políticamente a las diversidades”. 

Debo confesar que yo tampoco sabía de esta problemática que tiene la comunidad trans. Creo que es super importante que existan proyectos como este que ayuden a construir una moda cada vez más inclusiva. La ropa es una cuestión social y, como tal, tiene que estar en constante revisión y actualización de las nuevas problemáticas que se presentan. Hoy la sociedad es super diversa y todas las personas existen y necesitan vestirse, por ende, es necesario que empiecen a aparecer más proyectos que busquen incluir y ayudar a que todas las personas se sientan cómodas con su corporalidad. Lo bueno es que las cosas, de a poco, están empezando a ser distintas y cuando aparece un nuevo proyecto similar a este, me da un poco más de esperanzas en que la industria de la moda puede cambiar.