Por Cristina Rivas

 

El alto costo de la ropa ecológica divide opiniones entre los consumidores de la región.

La implementación de condiciones laborales justas y la correcta gestión de desechos incrementan los costos operativos de las empresas, lo que se refleja en el precio final de las prendas sostenibles.

En 2023, un estudio de McKinsey reveló que el 56% de los consumidores latinoamericanos estarían dispuestos a pagar más por productos responsables con el medioambiente. Sin embargo, esta intención se enfrenta a la realidad económica de la región, donde el poder adquisitivo es limitado. Otro informe señala que el 67% de los compradores se ven disuadidos por los precios elevados.

 

Hábitos de consumo y percepción de la moda sostenible

Más allá del costo, el acceso a la moda sostenible está determinado por los hábitos de consumo. Según un informe de la Fundación Ellen MacArthur, el 60% de las prendas producidas a nivel mundial terminan en vertederos en menos de un año. En América Latina, el auge de la moda rápida ha fomentado la compra impulsiva de ropa económica y de corta duración, en lugar de la inversión en piezas duraderas y de mejor calidad.

El informe The State of Fashion 2023, de The Business of Fashion y McKinsey, revela que el 85% de los consumidores latinoamericanos priorizan el precio y la tendencia sobre la durabilidad de una prenda. Este comportamiento refuerza el ciclo de consumo acelerado, donde la ropa se adquiere con la expectativa de ser reemplazada en poco tiempo.

Este modelo ha generado la percepción de que la vestimenta debe ser accesible y constantemente renovada, sin considerar su impacto ambiental y social. Como consecuencia, la moda sostenible no solo enfrenta una barrera económica, sino también la necesidad de un cambio en la forma en que se concibe el consumo de ropa.

 

Marcas latinoamericanas que promueven la moda sostenible

A pesar de los desafíos, diversas marcas en América Latina están demostrando que es posible producir moda sustentable con impacto positivo. Algunas de ellas, incluyen:

  • Pipa (Uruguay): Marca que apuesta por materiales orgánicos y reciclados, promoviendo una cadena de producción ética.
  • Biotico (Argentina): Especializada en diseño de prendas a partir de textiles reciclados y materiales biodegradables.
  • Animaná (Argentina): Trabaja con comunidades artesanales para crear prendas de fibra natural con técnicas ancestrales.
  • Caralarga (México): Se enfoca en la producción de accesorios de fibras naturales, promoviendo la artesanía y el comercio justo.

¿Es la escalabilidad la solución?

Muchos argumentan que la producción en masa reduciría costos y permitiría que más personas accedan a prendas responsables. Sin embargo, este enfoque podría comprometer su esencia. Fabricar a gran escala incrementa el uso de recursos y puede generar impactos negativos que van en contra de los principios de sostenibilidad.

Un estudio de 2023, realizado por Stephanie Paola Bolívar Mariño y Luis Alejandro Acosta Restrepo, analizó la percepción de la moda sostenible en el Valle de Aburrá, Colombia. La investigación reveló que, aunque los consumidores son cada vez más conscientes del impacto ambiental de la industria textil, las barreras económicas y la falta de acceso limitan la adopción de este tipo de prendas. Los autores destacan la necesidad de estrategias que promuevan la educación y la accesibilidad para cerrar esta brecha.

 

El rol de las políticas públicas y la educación

El problema no radica únicamente en el alto costo de la moda sostenible, sino en la forma en que se percibe el consumo. Mientras persista la idea de que la ropa debe ser barata y constantemente renovada, la sostenibilidad seguirá pareciendo inaccesible.

Las políticas públicas pueden desempeñar un papel clave en la transición hacia un consumo más responsable. Algunas iniciativas en otros países incluyen incentivos fiscales para empresas que adoptan prácticas sostenibles, subsidios para productores de textiles ecológicos y regulaciones que limitan el desperdicio textil. En Latinoamérica, impulsar estas medidas podría fomentar una industria de la moda más equitativa y accesible.

 

Hacia un consumo más consciente

Plataformas como Universo MOLA trabajan para reducir las barreras de acceso a la moda sostenible mediante educación y promoción en América Latina. A través de estrategias de sensibilización, buscan que más personas comprendan que la sostenibilidad no es un lujo, sino una decisión informada.

La solución no está en la producción masiva, sino en educar sobre la importancia de elegir prendas responsables, diseñadas para durar y con un impacto positivo a largo plazo. Si bien el camino hacia una moda sostenible accesible es desafiante, combinar educación, políticas públicas y el apoyo a marcas comprometidas podría marcar la diferencia en la región.

 

Fuentes: 

https://www.mckinsey.com/featured-insights/destacados/los-consumidores-se-preocupan-por-la-sostenibilidad-y-lo-respaldan-con-sus-billeteras/es

 

https://simalco.com/el-futuro-de-la-moda-en-latinoamerica-es-sostenible/

 

https://dspace.palermo.edu/ojs/index.php/cdc/article/view/11001/18845