Escrito por: Noticias de Universo MOLA

Por Valentina Suárez, Directora MOLA

Desde hace un tiempo aparecieron en el radar de nuestros días, las palabras sostenible, sustentable, ético, especialmente en el ecosistema de la industria textil y moda. Algunos se jactan de estas palabras y conceptos cuasi grandilocuentes para establecer una discriminación cultural en los estilos de vida; otros, intentan ser parte de este movimiento de una forma natural, casi intuitiva, por creencia y por decisión propia.  

Hablamos de consciencia, pero qué concepto difícil de explicar. ¿Ustedes han intentado explicarle a un niño qué es? Yo sí, y creanme que no es fácil. Es ahí cuando entra mi gran cuestionamiento: si algo tan habitual es tan difícil de explicar, ¿cómo pretendemos que todos adhiramos a esta nueva ola de humanismo? Como quien no quiere la cosa (y porque es mi trabajo), me encuentro acá sentada, escribiendo para todos ustedes la explicación de qué es moda sostenible en español, es decir, para que todos entiendan. Ya me dirán después si logré el cometido. 

Para entenderlo mejor, voy a explicar los conceptos de menor a mayor. 

Sostenibilidad en moda

Sostenibilidad, es la habilidad de sostener. Sí, así de simple. Ahora, sostener qué y cómo, esa es la pregunta. La idea general trata de poder mantener un producto o negocio (en el caso de la moda) a lo largo del tiempo sin afectar negativamente el medio ambiente o las personas, y mucho menos la economía, para que generaciones futuras puedan gozar de lo mismo. Pensémoslo al revés, si tenemos un negocio cuya materia prima es la madera, y no somos conscientes – ojo al término – de que tenemos que cuidar esos arbolitos que nos están dando de qué vivir, va a llegar un momento en el que se acaben y ya no tengamos negocio. 

Ahora, la sostenibilidad empieza a ir más a fondo. Esa consciencia sobre el cuidado de los arbolitos trata sobre: si talas, planta más, no uses químicos, cuida la fauna y flora autóctona que rodea a esos arbolitos, cuida a las personas que trabajan con esos arbolitos (los arbolitos no se talan solos), y así podría seguir para que entiendan más el punto.  En la moda, estamos hablando en el mismo idioma, solo que tenemos una industria que es un monstruo a nivel mundial, que utiliza muchos recursos y que empieza a tocar otras industrias (química, agropecuaria, petrolera, entre otros). Imagínense que la industria textil y moda es un gran pulpo, pero casi como Úrsula (de la Sirenita). 

Pongámonos serios, la industria textil y moda es la responsable hoy en día del 10% de las emisiones de CO2, que si no habías escuchado es el responsable del sobre calentamiento global que estamos viviendo. Sí, eso de que se derriten los polos es real. ¿Por qué es responsable? Piensen en las grandes fábricas o en la cantidad de veces que las marcas de moda (rápida) se les dio por quemar las sobras de prendas que no vendieron, en vez de donarlas o reciclarlas. Por otra parte, como para seguir dándoles datos interesantes, la industria también es la responsable del 20% de los tóxicos que están en nuestros océanos, sí, los mismos que pasan a los pecesitos que después tu tranquilamente te comes; y no, no es “solo en los mares alrededor de Asia”, porque aquí es cuando te cuento que no solamente Bangladesh produce ropa. Mind blown? En América Latina también producimos, y mucho. Pero de eso hablaré después o en otra oportunidad. 

Sostenibilidad para MOLA

Aquí es cuando me pongo seria y les cuento la base de la creación de MOLA. Resulta que después de mucho investigar (#ñoña), llegamos a la conclusión y al concepto general de qué era para nosotros la sostenibilidad, y por qué era tan importante empezar a comunicarlo al mundo. Estamos hablando de algo mucho más transgresor que el upcycling o el reciclado, estamos hablando de un estilo de vida, de un comando de decisiones, de una consciencia que habla puramente en el mismo idioma. Algo así como tener más activado el angelito que el diablito que nos habla a todos en los hombros. 

El Universo nos ha llevado a encontrarnos con más personas que, en algún momento muy aleatorio de sus vidas, les hizo el famoso “click” y “¡pum!” ahora son más conscientes que antes, y lo mejor es que comparten la misma visión de la sostenibilidad que MOLA. Ya sé, estoy dando vueltas, pero quiero que entiendan el porqué de todo lo que estamos creando y la importancia de que se sumen. Eso de que muchos granitos de arena hacen playa, es 100% real.

Al punto. La sostenibilidad para MOLA – además de ser un estilo de vida – es la consciencia absoluta de saber que cualquier acción que realizamos tiene una consecuencia y por lo tanto una reacción en algo o alguien. ¡Bum! Ahi está. La sostenibilidad – y perdón por repetir tanto el término – es como una mesa en forma de triángulo: si una pata le falta, el equilibrio es insostenible (¿vieron lo que hice ahi?) y por lo tanto se desbalancea. Cada pata es algo muy importante: una se llama economía. Esta es una de las favoritas de los magnates, ¿no cierto? Pero también es algo muy importante para el crecimiento de los emprendimientos, lo esencial es saber que el dinero es un medio, mas no un fin.  La otra pata es la medioambiental, esta es la más conocida por todos y todas, es a la que más se le presta atención y la que, de cierta manera, tiene mayor impacto medible. Es real que tenemos que cuidar nuestra naturaleza, seamos conscientes que la Tierra ha sido un regalo y que no es de absolutamente nadie. La ultima pata, y para mi, la que más tenemos que tener en cuenta hoy en día (solo porque es la menos visible) es la sociedad. Aquí hablamos de no solo tener trabajadores con condiciones de vida dignas, sin explotación, con un salario justo y todo esto que habla de la ética de la moda, sino que también tenemos que pensar (desde el punto de vista del emprendedor o empresario) en que el producto que estemos ofreciendo le haga bien al consumidor final, porque ya saben, también es persona. 

Nosotros, desde MOLA, queremos que todos ustedes se empiecen a cuestionar sobre sus hábitos diarios: ¿será que si me guardo el papel y lo tiro en la papelera cuando encuentre una, es mejor? ¿y si en vez de tirar este trapo viejo a la basura, lo lavo y hago un muñequito? ¿y si llevo mi bolsa de tela reciclada u orgánica a la feria, así no demando bolsas de plástico? ¿y si este jean que ya no me entra lo vuelvo almohadón para mi hermano? Son cosas muy pequeñas quizás, pero creanme, CREANME, hacen la diferencia. Sé que lo más complicado es dar el primer paso, pero es como empezar a entrenar, después de unos días, ya te acostumbras y te empiezas a sentir mejor contigo mismo. 

A fin de cuentas, todos queremos lo mejor para todos sin querer hacerle daño a nadie, así que apostemos por la sostenibilidad, por el Universo MOLA, y sean parte, realmente, de este gran movimiento. Yo lo invito de todo corazón, porque recuerden: América Latina pa’l mundo.